Frente al sectarismo, libertad de prensa y compromiso con Telde

En los últimos días, TELDEACTUALIDAD ha sido objeto de ataques verbales por parte de personas vinculadas directa o indirectamente a sectores antiguos y actuales de Nueva Canarias (NC) en Telde, algunos de ellos familiares directos de exconcejales y exasesores del partido con más rosas marchitas que florecientes.

Los mensajes han sido tan burdos como elocuentes: acusaciones de “diario vendido al mejor postor”, afirmaciones sin fundamento sobre “falsedades muy tendenciosas” o incluso el anuncio —errado, por cierto— de que “no se publicará este comentario”.

Estos ataques no son nuevos. Pero esta vez, las críticas no se disfrazan ni se argumentan: se limitan a repetir etiquetas vacías como “tendencioso”, “mentiroso” o “vendido”, sin citar un solo hecho que respalde tales acusaciones.

TELDEACTUALIDAD no está aquí para complacer a nadie. Está para informar, para narrar lo que ocurre en Telde con rigor, para ejercer la crítica cuando toca y el reconocimiento cuando corresponde. No trabajamos con carnés de partido ni obedecemos consignas por muchas etiquetas que se nos quieran poner. Nuestro compromiso es con los lectores, no con los despachos, y los datos de audiencia constatan que estamos en el camino correcto. Y eso duele a muchos.

El sectarismo —venga de donde venga— es un veneno para la convivencia democrática. Y resulta aún más preocupante cuando nace desde entornos que se presentan como progresistas o nacionalistas, pero que no toleran el mínimo escrutinio público, que no aceptan la pluralidad de voces, y que ven enemigos donde hay simplemente periodistas cumpliendo su deber de informar y de recoger las opiniones de los que discrepan de determinadas decisiones de su organización.

Una formación política que se considere moderna y madura debería saber convivir con la crítica y desmarcarse de paranoias sobre supuestas conspiraciones para acabar con políticos y partidos. La transparencia no se demuestra en los eslóganes electorales, sino en la capacidad de asumir la fiscalización pública con serenidad, y en responder con hechos, no con insultos.

TELDEACTUALIDAD seguirá informando. Seguiremos escuchando todas las voces, incluso las más críticas. Porque la libertad de expresión no es negociable, y mucho menos cuando pretende ser pisoteada por quienes no soportan verse retratados en el espejo de la realidad.

Nuestra línea es clara: la verdad, el rigor y Telde. Sí, Telde, nuestra ciudad a la que queremos y por la que hemos apostado desde nuestros inicios hace más de 20 años, aunque este empeño moleste a algunos.