
El alcalde de Telde, Juan Antonio Peña, dio la bienvenida oficial a la Virgen del Pino en una emotiva alocución durante su visita a la ciudad, destacando la importancia histórica y espiritual del encuentro. Subrayó la emoción del pueblo teldense, la colaboración de toda la comunidad y agradeció la labor de las autoridades eclesiásticas y locales que hicieron posible este reencuentro con la patrona.
Peña recordó el histórico encuentro entre la Virgen del Pino y el Santísimo Cristo de Telde, 25 años después, como un acto cargado de simbolismo, fe y esperanza. Finalizó pidiendo a la Virgen esperanza activa para los más vulnerables y reafirmando el compromiso de la ciudad con la justicia, la inclusión y la fraternidad.
Texto completo del discurso del alcalde de Telde
"Hoy no es un día cualquiera"
Hoy no es un día cualquiera. Hoy Telde se engrandece, se emociona y se ilumina. Hoy, con el corazón en las manos, abrimos nuestras puertas para recibir a la Virgen del Pino, a nuestra madre, a la madre de todos los canarios.
Bienvenida seas, Señora, a esta tierra que también es tuya.
Bienvenida a esta ciudad seis veces centenaria que te esperaba con los brazos abiertos.
Bienvenida a tu casa. Bienvenida, siempre, a los corazones de los teldenses.
Te recibe un pueblo que no ha olvidado tu cercanía. Que nunca dejó de invocarte. Qué te ha sentido siempre presente. Y hoy, por fin, ese anhelo se convierte en realidad.
Gracias, Virgen del Pino, por este camino de esperanza que has recorrido desde Teror hasta Telde.
Gracias por tu presencia, por tu intercesión, por caminar con nosotros.
Gracias por tocar el alma de este pueblo, por inspirar a tantas personas a colaborar, a organizar, a soñar contigo.
Gracias por el esfuerzo callado, firme y generoso de tantas manos: vecinos, feligreses, cuerpos de seguridad, voluntarios, instituciones…
Todos ellos han sido instrumento de un milagro que une a generaciones, que enlaza el ayer, el hoy y el mañana.
Permítanme agradecer con profunda admiración a Monseñor José Mazuelos, por hacer posible este encuentro, por pensar en Telde, por su confianza y cariño hacia esta ciudad. Gracias por su entrega pastoral, por acompañarnos en este tiempo de gracia.
Gracias también a Monseñor Cristóbal Déniz, nuestro obispo auxiliar, por su cercanía constante, por su humanidad, por esa sonrisa que une, que consuela, que abraza. Gracias por su presencia discreta y firme, por su compromiso con esta tierra.
Quiero también expresar mi sincero agradecimiento a los Reverendos Don Agustín Lasso y Don Antonio Juan López, párrocos de San Gregorio y San Juan respectivamente, por su colaboración generosa y su entrega en estos días tan especiales para nuestra ciudad. Su labor, discreta pero firme, ha sido esencial para preparar este encuentro con fe, con orden y con profundo sentido espiritual. Gracias por ser pastores que acompañan y sostienen a su pueblo con dedicación y cariño.
Y quiero detenerme, como alcalde y como teldense, para agradecer con emoción a Don Jorge Martín de la Coba, hijo de esta ciudad, hoy rector de la Basílica del Pino y Secretario-Canciller de la Diócesis. Jorge, has sido puente, guía y motor silencioso de este acontecimiento. Gracias por tu trabajo constante, tu humildad, tu fidelidad a la Virgen y a Telde. Tu labor no pasa desapercibida. Este pueblo te reconoce, y este acto también es un homenaje público a tu vocación, a tu entrega y a tu amor por esta tierra.
Pero lo que hoy ocurre aquí es más que una visita. Es un reencuentro. Un reencuentro de madre e hijo. La Virgen del Pino se reencuentra con el Santísimo Cristo de Telde, 25 años después.
Corría el año 2000, con motivo del Jubileo. Entonces fue el Cristo quien peregrinó hasta Las Palmas de Gran Canaria, quien salió de San Juan Bautista para encontrarse con la Virgen en la Catedral. Hoy, veinticinco años después, es Ella la que viene a buscarle. Y este encuentro no es sólo simbólico: es profundamente espiritual.
El Santísimo Cristo ha recorrido nuestras calles, desde San Juan hasta San Gregorio, en un caminar especial, anticipando esta cita con su Madre. Ha pernoctado en San Gregorio, como quien vela con esperanza una promesa. Y hoy, por fin, en esta plaza, sus miradas vuelven a encontrarse. El hijo y la madre. El dolor y la ternura. La cruz y la esperanza.
Qué poderosa lección para todos nosotros. Este reencuentro es también una invitación: a reconciliarnos, a reencontrarnos como sociedad, a mirarnos de nuevo con misericordia. A recordar que lo esencial está en el amor, en la fe, en la esperanza compartida.
Virgen del Pino, madre de todos los canarios, hoy te pedimos esperanza.
Esperanza para los que no están físicamente con nosotros:
Para quienes se encuentran en sus casas, en hospitales, en centros penitenciarios, en residencias.
Para quienes viven la soledad o la incomprensión.
Esperanza para quienes buscan a sus seres queridos desaparecidos.
Esperanza para los que lloran la pérdida de alguien amado.
Esperanza para los que viven sintiéndose invisibles, para los que sienten que el mundo no los ve.
Esperanza para las niñas y niños, muchas veces víctimas silenciosas de una tristeza que no entienden.
Te pedimos, madre, una esperanza activa, que nos mueva a construir una sociedad más justa, más inclusiva, más humana. Una esperanza que no se quede en palabras, sino que se haga acción. Que transforme nuestros corazones, nuestras instituciones, nuestras decisiones.
Como alcalde de Telde, te doy las gracias. Y te doy la bienvenida. Gracias por estar aquí, por enseñarnos que aún en medio de la dificultad, hay luz. Hay esperanza. Y que esa luz de esperanza tiene rostro de madre.
Bienvenida, Virgen del Pino.
Bienvenida a Telde.
Bienvenida a tu casa.
























luis exposito | Viernes, 06 de Junio de 2025 a las 11:24:27 horas
Hasta la llegada de la virgen dl pino politizan, no son capaces de admirar sobre todos los creyentes la presencia de nuestra señora. ANIMO JUAN ANTONIO, a palabras NECIAS OIDO SORDO.
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