Churras con merinas

Francisco Santiago es el obispo de NC (y sus antecedentes de marca) en Telde. NC es un partido de influencia cristiana en sus orígenes. Y, por tanto, municipalista. En el municipalismo se predicaba el Evangelio, entre tomateras y sudores de la zafra. Es la sed de justicia del campesinado. Un mundo que hoy sonará remoto a los más jóvenes, sumergidos en la pantalla del móvil y el deseo volátil. Francisco Santiago está, a su manera, y como buenamente puede, tratando de recuperar NC en la ciudad de los faycanes, tras el batacazo electoral de 2023. Lo hace porque es su convicción y, también, no olvidemos, porque es su obra y, por ende, buena parte de su vida. Ver cómo se va todo por el sumidero, y en tan poco tiempo, debe sentirse como un desgarro inesperado en medio de la crueldad del abismo. A Carmelo Ramírez le ocurre otro tanto, en el sureste.

La confección de la lista de NC al Ayuntamiento de Telde en 2023 nunca estuvo pensada para transitar por el desierto de la oposición. Quizá, tampoco valía (en su totalidad) para el Gobierno local; pero, a efectos prácticos, esa es ya otra historia. Sobre la obtención de los magros resultados obtenidos en las urnas (retrocediendo de 8 a 4 actas) no invoca el motivo de lo aquí escrito. Y, amén de los hechos consumados, la realidad presente es que el grupo municipal no responde a las necesidades de la organización teldense. Y eso es predicar en el desierto, nadar en la miel.

La designación de Celeste López como portavoz tenía una clara naturaleza de transitoriedad desde el primer instante. Razón: no puedes dar el protagonismo cotidiano del trabajo municipal (máxime, si es el único puesto que lo tiene) a la que no va a ser candidata o candidato en 2027. Es de primero de Ciencia Política. El problema estriba en que esa transitoriedad, tras tanto rebumbio en el ámbito canario, y terceros que preferían el Cabildo a la ingrata gestión de las farolas y la recogida de residuos, es que se alargó más de la cuenta. Lo que se ha hecho ahora, y Francisco Santiago lo sabe, tenía que haberse hecho mucho antes. No dos años después. No a las puertas del congreso de NC.

Por tanto, las formas del relevo de Celeste López, mejores o peores, no voy a entrar en eso, genera un debate forzado en el que subyace la intencionalidad de avivar una guerra interna. Es decir, se mezclan interesadamente las cosas. Muchos (por no decir todos) de los que han protagonizado la actualidad teldense de NC en los últimos días son cachorros políticos de Francisco Santiago desde hace dos décadas. Claro, en 2025 no concurren las certezas de antaño y, a la postre, imperan urgencias de naturaleza más personal que orillan las necesidades (urgentes) de NC. Dicho en plata, a perro flaco todo son pulgas. Sin embargo, no traten de engañar. No confundan. No junten las formas (y lo personal) con el debate de fondo y de calado que tiene NC; dentro y fuera de Telde. Aunque sea por congruencia con el devenir de cada uno.