En muchos relatos populares, mitos o literatura, las piedras en el camino representan, dificultades, barreras o desafíos, que deben superarse. Socialmente esto, puede simbolizar la idea de que la vida está llena de obstáculos que exigen esfuerzo y perseverancia. En estos últimos tiempos, el relato político se ha impuesto imponiendo en muchos casos, sus propios muros de piedra. Asistimos, a la era de las tensiones sociales por el control de los espacios y los recursos.
Poner piedras en el camino, políticamente hablando, tiene múltiples significados sociales, dependiendo del contexto cultural, histórico o simbólico en el que se realice. Mientras se desarrollaba el festival de Eurovisión, - creado con el objetivo de unir a los pueblos y naciones a través de la música y dar a conocer el mundo la música europea – se producía una masacre más del pueblo Palestino, mientras Europa cantaba, Israel volvía a infligirle dolor de forma cruel.
En algunos lugares, como cementerios judíos, colocar pequeñas piedras sobre tumbas es un gesto de respeto y memoria, simbolizando la permanencia del recuerdo frente a la fugacidad de las flores. En esta ocasión, las piedras están bloqueando los caminos del entendimiento, está delimitando el territorio e impidiendo el acceso de una población asediada.
Poner piedras en el camino en el contexto geopolítico, implica crear obstáculos legales, burocráticos o discursivos para impedir los avances, utilizando tácticas de obstruccionismo, ejerciendo un control férreo a través de la fuerza. Esta utilización mezquina, de la fuerza, el poder y la connivencia de la comunidad internacional, choca frontalmente con el uso de resistencia pasiva que implicaría la utilización de las piedras como símbolo, vinculados no solo a la resistencia, la obstrucción, la memoria colectiva o incluso contra la manipulación del poder.
También las piedras representan la fuerza del pueblo, frente a las estructuras de poder rígidas, como a la rebeldía y a la capacidad de transformar lo aparentemente inerte en un instrumento de cambio. En ciertos entornos se usa para recordar a las víctimas de violencia política o conflictos, generando una memoria incómoda que nos interpela para no repetirlo, como el Holocausto.
Históricamente, piedras o muros han servido para delimitar fronteras políticas y excluir comunidades. En política, las piedras simbolizan tanto la resistencia y la memoria, como la opresión y la obstrucción. Su significado depende de quién las use: pueden ser herramientas para derribar muros de injusticia o instrumentos para construir barreras de exclusión. En esta ocasión tanto Israel como los países que le apoyan, ponen piedras en el camino para el entendimiento y sobre todo para el respeto a los derechos humanos de un pueblo masacrado.
Las piedras en el camino no definen nuestro destino, pero si como respondemos a ellas. Pueden ser tumbas donde entierras tus sueños o cimientos donde construyas algo nuevo. La lucha no es solo mover piedras, sino decidir qué mundo construyes con ellas.
Gregorio Viera Vega fue concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Telde.
Jose | Domingo, 25 de Mayo de 2025 a las 17:03:48 horas
Porque no ae.presento el, con los de RTVE
Accede para votar (0) (0) Accede para responder