Telde rinde homenaje al compositor Federico Chueca y Robres

La Casa-Museo León y Castillo de Telde acogió el pasado 15 de mayo un concierto a cargo de la Banda Municipal de Música en homenaje al compositor Federico Chueca y Robres.

Ciclo de Zarzuela en la Casa-Museo de Telde

por Jesús Ruiz Mesa
El jueves 15 de mayo se ofreció un concierto homenaje dedicado a la figura del compositor español Federico Chueca y Robres, enmarcado en el ciclo de zarzuela que se viene celebrando en la Casa Museo León y Castillo de Telde,  que dirige José Alejandro Diaz Hernández, institución dependiente de la consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, con la actuación de la centenaria Bada Municipal de Música de Telde, en colaboración con el Ayuntamiento de Telde - Gestel y actividad solidaria con el Banco de Alimentos de Las Palmas de Gran Canaria. Acto cultural que se integra en la celebración el domingo 18 Día Internacional de los Museos.

Jueves en el que se celebra a San Isidro Labrador patrón de Madrid lugar de nacimiento del compositor al que se le rinde tributo en esta ocasión y autor de obras de zarzuela que brindan el latido y pulso popular de la ciudadanía del Madrid del siglo XIX y principios del XX. Abre la presentación del concierto el técnico de museos, Roberto García exponiendo previa a las interpretaciones del repertorio de la Banda Municipal de Música que dirige José Martel, la biografía y contextos contemporáneos del autor, compositor de obras considerado uno de los máximos representantes artísticos del género chico (zarzuelas en un acto), con proyección de imágenes y texto para facilitar el seguimiento del concierto al público asistente.

Obras para el llamado género chico, la zarzuela representó un importante período de la creación musical contemporánea de los grancanarios, entre otros, los hermanos Juan y Fernando León y Castillo y el escritor universal, dramaturgo, novelista, autor de los Episodios Nacionales, Benito Pérez Galdós, residentes en el Madrid decimonónico y conocedores de los contextos políticos, sociales y culturales desde sus personales cometidos a lo largo de finales del siglo XIX y principios del XX.

Federico Chueca y Robres nace en Madrid en 1846, en la histórica torre de Los Lujanes de la Plaza de la Villa, pleno corazón de la capital. Fallece en 1908 con 62 años. Segundo hijo de una familia acomodada, su irregular formación académica en lo musical queda eclipsada por su gran talento, intuición y gracia para la melodía y el ritmo.  Comienza con 9 años sus estudios musicales en el Conservatorio de Madrid, recibiendo clases de solfeo por Juan Castellano, de piano por José Miró y de armonía por Antonio Aguado. Matías Aliaga amigo de la familia se ofreció para seguir complementando sus estudios musicales. Con él se traslado a La Granja (Segovia) donde estudio también con Rafael Aceves. Su capacidad musical se plasmó desde muy pronto, destacando en una audición pública en 1855, con tan solo 9 años.

Su familia le obliga a abandonar la música para estudiar medicina, estudios que no termina para regresar a la música. En estos años da conciertos en el rio Manzanares y organiza una orquesta, momento en que conoce a Ducazal, futuro empresario del Teatro Felipe. En 1865 fue detenido por participar en unas manifestaciones estudiantiles conta el gobierno de Narváez. En su estancia en la cárcel del Saladero, en Madrid, compuso varios valses que tituló “Lamentos de un preso”. El compositor Francisco Asenjo Barbieri muestra interés por su música convirtiéndose en un motivo para Federico Chueca.

Primeros años de dificultades económicas trabaja como pianista e improvisador en varios cafés de la capital, es contratado como director de orquesta y maestro de coros del Teatro de Variedades donde comienza su carrera como compositor de zarzuela y revistas con mucho éxito. Su obra se desarrolla a lo largo de 30 años, siempre fue definido como el músico de Madrid, creador de una música popular, netamente castiza y enraizada con el folclore urbano, de gran poder creativo por su intuición e invención melódica; se dijo de él que era ingenioso, espontáneo y original. Fue considerado como el Offenbach español por su capacidad para la opereta. Trabajó con colaboradores como Barbieri, Tomás Bretón y Joaquín Valverde.

En su extensa producción musical destacan obras como: La canción de Lola. El sobrino del difunto. La función de mi pueblo. Luces y sombras. El año pasado por agua. Bonito País. El arca de Noé. Fallece en 1908 en plena actividad y el estreno de la obra “Las mocitas de mi barrio” no la llegó a ver. Una de sus últimas composiciones fue la marcha “El 2 de mayo”, para la celebración del centenario de la Guerra de la Independencia, mostrando una vez más su interés y su unión a todo lo que tenía que ver con la ciudad de Madrid, su historia y sus gentes. Su entierro en el cementerio de San Justo de Madrid fue un duelo popular. El escultor Coullaut-Valera realizó en 1913 un monumento, llamado de los Chisperos, donde situó a Chueca junto a Barbieri como representantes de la música madrileña, en unión con los saineteros Ramón de la Cruz y Ricardo de la Vega.

Con este motivo se rinde tributo al compositor madrileño Federico Chueca y Robres, autor de numerosas piezas, de las que se seleccionan cuatro muy conocidas que interpreta la Banda Municipal de Música de Telde que dirige José Martel mostrando su experiencia y conocimientos de cada obra en la aplicación instrumental de todo el conjunto de la Banda en este repertorio preferencial en la obra de Chueca: 

Cádiz (1886). La Gran Vía (1886). Agua, azucarillos y aguardiente (1897). La alegría de la huerta (1900). El bateo (1901), obras de carácter patriótico, revista cómica-lírica de buen humor y sentido satírico, sainete de ambiente típico madrileño, música para sainete en prosa y verso, destacando la variedad y riqueza de situaciones y personajes. Composiciones impregnadas de la esencia de la zarzuela y de la música popular española como legado artístico y cultural de una época coincidente con cambios políticos y sociales en España.

Cuatro piezas clásicas de zarzuela seleccionadas y la brillante actuación de la Banda Municipal de Música de Telde con su director al frente que agradece los reconocimientos recibidos, nos dejaron en una brillante velada visionar gracias al concierto, nuestro propio recorrido cultural y musical local, compartiendo las estructuras musicales rítmicas, melodías, marchas, etc, de los ecos artísticos musicales de la España del XIX y principios del XX de la mano de la zarzuela, dándonos cita y acogida en el día de San Isidro Labrador, en esta emblemática casa natal de Fernando León y Castillo, convertida en la actualidad en foro de actividades artísticas y de difusión cultural.

Con el agradecimiento a todo el personal adscrito a la Casa Museo, director de la Banda Municipal de Música, José Martel, Excmo. Ayuntamiento de Telde y a todo el público asistente que disfrutó de este concierto correspondiendo con la ovación y aplauso unánime por la oportunidad de escuchar, sentir y compartir la música de zarzuela. Enhorabuena, Gracias.   

Jesús Ruiz Mesa, colaborador cultural de TELDEACTUALIDAD.

Galería fotográfica