
Hoy la sociedad canaria sale a la calle, también está convocada en puntos fuera de las islas. La razón responde a la evidencia de que un territorio insular, alejado y fragmentado no puede ser tratado como si fuera territorio continental a la par que estar sujeta a un libre mercado sin restricción alguna. Sobre todo, cuando nuestro tejido productivo (ayer y hoy) descansa siempre en un solo sector: la cochinilla, el vino, el tomate… hasta llegar al turismo. La dependencia del archipiélago hacia el turismo gira en torno al 35% del Producto Interior Bruto (PIB). Otro tanto o más en cuanto a la creación de puestos de trabajo. ¿Alguien desea cambiar en su sano juicio ese
maná? No. ¿Se trata de acotar y garantizar que dicha riqueza que genera revierta en Canarias y no se vaya fuera? Desde luego.
No tenemos un empresariado canario (como tal, al modo de una burguesía) vinculado al sector hotelero. Hace dos décadas o más teníamos algunos empresarios que sí estaban metidos en este negociado; con sus más y con sus menos, pero lo estaban. En el presente los fondos de inversión pueden hacerse con casi toda la planta alojativa en Gran Canaria o Tenerife, y nadie enterarse. A buen seguro, muchos edificios serán propiedad de entes totalmente ajenos a las islas. Es el capitalismo, amigo; como diría cínicamente aquel. Un turbocapitalismo globalizador que, ya, amén de la revolución digital, despierta el alquiler vacacional o de los coches sin intermediación. Una especie de capitalismo popular que favorece entre la propia sociedad canaria a unos frente a otros. En realidad, es un señuelo pues nunca estos podrán equipararse a las grandes empresas.
Conectar todos estos intereses no es fácil. Lo que sí es evidente es que así no podemos seguir. El crecimiento poblacional ha sido enorme y está tensionando nuestras carreteras y servicios públicos; aquí entra todo tipo de llegadas, no los turistas solo, que vienen y se van. Mas ese sector turístico es el reclamo para que la gente venga aquí pensando en la búsqueda de empleo. En 2025 Fuerteventura, pensemos en Corralejo, poco tiene que ver a cómo estaba hace veinte años. Toca acotar todo esto.
Por último, la ola de simpatía a la causa que este domingo sale a la calle debe transformarse más temprano que tarde en acción institucional. Los políticos no pueden vivir como si no fuese con ellos. Y los manifestantes deben organizarse para hacer llegar al Parlamento y a las instituciones, como comunicárselo a las diferentes siglas, sus propuestas con el mayor ahínco posible para que sean tomadas en cuenta. Se llama hacer política.
























Ciudadana | Domingo, 18 de Mayo de 2025 a las 13:39:26 horas
Para estás situaciones, me viene a la memoria siempre la canción "Canario/a lucha como lucharon los guanches,...."
No para "luchar" agresivamente, si no para revindicar pacíficamente unos derechos dignos como sociedad del actual del llamado "Conocimiento", vivimos en una era adelantada y progresista para unas cosas y para otras de máxima importancia, sueldos dignos, servicios públicos dignos, protección de nuestra agricultura y patrimonio,...vivimos en el siglo pasado o nos están haciendo vivir en el siglo pasado.
No se trata de cerrar puertas a turistas e inversionistas, se trata de RESPETO a nuestra tierra y nuestras gentes. A nosotros mismos y a los que vienen de fuera a vivir con nosotros, sean de donde sean. Somos una región con limitaciones de espacio, somos islas.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder