
La recuperación de espacios verdes se ha convertido en una prioridad para los vecinos de Jinámar, liderados por el activista Miguel Ángel Pérez Sánchez, quien impulsa un proyecto comunitario para transformar terrenos abandonados en jardines que mejoran el entorno y fomentan la convivencia.
Desde hace años, los residentes del barrio teldense, junto a colectivos vecinales, han promovido la creación y mantenimiento de más de 20 áreas verdes. Estos espacios, muchos de ellos situados frente a bloques de viviendas, son atendidos por los propios vecinos, quienes cuidan las plantas y gestionan su mantenimiento, según informa La Provincia-DLP..
El proyecto liderado por Miguel Ángel Pérez ha logrado involucrar a diversas entidades, como el Cabildo de Gran Canaria, que ha colaborado aportando plantas a través de sus viveros. Asimismo, los vecinos se han organizado para plantar especies que se adaptan mejor al entorno y garantizar su crecimiento.
Además de estos jardines, el barrio cuenta con un proyecto de huertos comunitarios agroecológicos, donde los vecinos cultivan sus propias plantas y las donan a otras áreas verdes del municipio. Sin embargo, Pérez Sánchez destaca que uno de los principales desafíos es la falta de agua para el riego, por lo que muchos vecinos utilizan garrafas para mantener las plantas.
El activista también recalca la importancia de la educación ambiental y la sensibilización de la comunidad sobre el valor de los árboles como reguladores del clima y purificadores del aire. “No siempre es necesario podar, debemos pensar en el bienestar de los árboles y su función en el entorno”, señala.
Recientemente, el colectivo participó en el VIII Seminario de Arboricultura y Paisaje, organizado por la Real Sociedad de Amigos del País de Gran Canaria, donde recorrieron el Valle de Jinámar junto al arborista Álvaro Mejías, quien explicó a los vecinos la importancia de una gestión adecuada de los árboles y la necesidad de evitar podas innecesarias.
El activismo de Miguel Ángel Pérez también ha resaltado el valor del Parque de La Condesa, conocido como Parque Jaime O’Shanahan o de las Mil Palmeras, considerado el pulmón verde del barrio. Sin embargo, este espacio sufre la falta de personal para su mantenimiento, lo que ha provocado la pérdida de numerosas palmeras debido a plagas como la diocalandra y el deterioro de los eucaliptos.
El movimiento asociativo de Jinámar, históricamente activo, se enfrenta al reto de incorporar a las nuevas generaciones al voluntariado ambiental. Para ello, Pérez Sánchez destaca que es necesario utilizar herramientas como las redes sociales para llegar a los jóvenes y motivarlos a participar en la protección de su entorno.
Rafael Monzón | Miércoles, 14 de Mayo de 2025 a las 09:46:33 horas
Toda esta iniciativa está bien, pero ese ese comentario de que no es necesario podar por el bienestar del árbol y por su función en el entorno, no lo entiendo, ningún árbol que haya sido plantado por el ser humano , tiene más derecho que el propio ser humano.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder