Diputada en las medianías

La diputada del Común, Lola Padrón, está inmersa en la primera ronda de visitas institucionales. La semana pasada tocó Santa Brígida y Firgas, en Gran Canaria. El periplo será constante y periódico durante su mandato de cara a actualizar las inquietudes con las Administraciones públicas desde la atalaya que significa la Diputación del Común. Y es que al margen de la operatividad del Derecho, que es cardinal en esta institución parlamentaria, el pan nuestro de cada día en su cotidianeidad técnica, está luego el lado humano y la vertiente social. Y por eso compartir lugares comunes con los alcaldes y alcaldesas de Canarias brinda una ventana de diálogo.

En Santa Brígida recibió a Padrón el equipo gubernamental encabezado por su regidor, José Armengol. Este municipio de las medianías de Gran Canaria es una buena pista de aterrizaje pues ni es demasiado pequeño ni es grande. Y encima comparte sociológicamente el casco de todo pueblo con las zonas residenciales y su universo rural que mira hacia la cumbre. Armengol, que es su segunda legislatura como primer edil satauteño, conoce la labor de la Diputación del Común pues debe responder (como todo responsable público) a las peticiones de informe. Mas otra cosa es ponerle rostro e intercambiar impresiones; vamos, mirar una por una las quejas que atañen a cada municipio en aras de acelerar respuestas, ver enfoques y ofrecer soluciones.

Lola Padrón es sabedora perfectamente de lo difícil que es gestionar un consistorio; donde concurren todos los planos y competencias, un ramillete de contratiempos diarios y planificaciones a realizar a medio y largo plazo. De hecho, hizo historia en 2007 al convertirse en la primera mujer alcaldesa de Puerto de la Cruz; rompiendo barreras en el norte de Tenerife. Resulta que en la visita satauteña del pasado jueves, coincidió una diputada del Común con una clara vena artística y querencia cultural con un equipo de gobierno que tiene entre sus prioridades fomentar la cultura. Es más, se constata el revolcón de actividades, conferencias, club de lectura, música y rescate de la identidad del pueblo canario que el Ayuntamiento de Santa Brígida está llevando a cabo y que está siendo reconocido por la ciudadanía.

La normalidad democrática transcurre por que sus instituciones sepan reunirse con naturalidad. En tiempos de tanta crispación en otras latitudes, acontece lo deseado en cualquier Estado de Derecho: agendar encuentros entre los responsables públicos. Empeño esencial que la diputada del Común tiene en mente.