Viento a favor

Fernando Clavijo se encuentra en una situación política donde los otros dos partidos principales (PSOE y PP) retornan con energía al juego del cortejo de ser el socio de CC y, por tanto, de subrayar su dependencia. En verdad, es la misma dependencia que tiene Canarias hacia la meseta que, por unos motivos u otros, sigue sin solucionar las pretensiones isleñas. Cuando no es que Pedro Sánchez requiere antes a vascos y catalanes que a canarios, se constata que Alberto Núñez Feijóo está dispuesto a sacrificar a Manuel Domínguez, por aquello que prima el electorado peninsular y la asfixia del cerco de Vox al PP.

Feijóo tiene toda su confianza depositada en Domínguez. Ambos están en la misma onda: un PP moderado, garante del orden, sin ánimo de quiebra de la paz social… Vamos, un estilo al que las clases medias estarían dispuestas a votar para que el gallego alcanzara La Moncloa. El problema estriba en la competencia con Vox; y hoy la ultraderecha sigue pesando en la meseta. En Canarias es otro cantar, pero en Madrid y las Castillas, Vox tiene sus votantes; al menos, hasta que la ola se desinfle. En Alemania se ha abierto la posibilidad e imperativo democrático de ilegalizar a la extrema derecha.

Mientras tanto, Clavijo tiene que gobernar. Y es aquí donde entra lo institucional. El lagunero descansa precisamente en lo mencionado: el PSOE y el PP quieren ir de su mano. Por el contrario, está la otra realidad: que los inconvenientes del día a día precisan su solución. Y el ‘ayusismo’ y las comunidades autónomas gobernadas por los populares se lanzan en tromba al Tribunal Constitucional presentando recursos de inconstitucionalidad en relación a la modificación de la conocida como ley de extranjería.

Si ya fue demasiado apuro para el exalcalde de Los Realejos tragarse el sapo de la negativa de sus compañeros populares a convalidar el decreto-ley; ahora se suma la avalancha en el Tribunal Constitucional abanderada por el ‘ayusismo’ y por la verificación de que Vox marca el paso al PP en esas latitudes. En Canarias Vox no tiene presencia efectiva; al margen de las mociones de censura donde han jugado un papel decisivo para que CC recupere municipios. Así las cosas, a Clavijo le viene bien este contexto (tan de CC en sus orígenes) en el que socialistas y populares se enzarzan por gozar del favor nacionalista. Eso sí, con la salvedad de que esta tirantez no impida arreglar lo cotidiano. Ahí está el delicado equilibrio del que pende Clavijo.