
El entrenador de la Unión Deportiva Telde, Cristian Lucano, aseguró este miércoles que su equipo no está siendo resolutivo en casa y que esa “falta de acierto” en los metros finales está costando puntos importantes en la lucha por los puestos de ascenso. Tras el empate sin goles ante el Atlético Gran Canaria, Lucano reconoció que se va con una “sensación agridulce”, a pesar del buen juego mostrado en la primera parte.
“Creo que se ha visto un buen Telde hoy. Hicimos una primera parte fabulosa, con el control del partido en todas las facetas, tanto con balón como sin él. Generamos muchas ocasiones, pero no tuvimos claridad en los últimos metros”, explicó el técnico, quien consideró que, por estadísticas, el marcador debió haberse decantado a favor del conjunto teldense.
Sin embargo, el segundo tiempo mostró una cara diferente. “Intentamos mantener la idea del primer tiempo, pero hubo veinte minutos donde no lo creímos. Nos metimos atrás, defendimos peor y eso permitió que ellos crecieran. Nos generaron peligro”, admitió. A pesar de esa fase, Lucano valoró que el equipo volvió a reaccionar: “Recuperamos la pelota, fuimos más protagonistas y generamos bastantes acciones, sobre todo centros laterales, aunque nuevamente sin culminarlos con gol”.
Sobre la ausencia de José Dámaso, delantero habitual del equipo, el entrenador comentó que “quizás él hubiera enganchado alguna, porque es un hombre de área”, aunque matizó que esas situaciones se generaron por un buen juego colectivo, y no todo puede depender de un solo jugador. Lucano también quiso felicitar al rival por el planteamiento defensivo: “El Etigo Borá ha estado francamente bien”.
El técnico reconoció que existe presión en este tramo final de temporada y que la ansiedad puede aparecer: “Sabíamos que hoy teníamos que ganar, porque quedan pocas jornadas. Somos humanos, y en los metros finales se nota esa mentalidad de querer y no poder”.
En cuanto a la dinámica como local, fue contundente: “Llevamos desde febrero sin ganar en casa. Aquí no vale sumar de uno, hay que sumar de tres. No sé qué nos pasa en los últimos metros, pero nos está costando mucho”.
A pesar de todo, Lucano mantiene la esperanza de revertir la situación: “Nos quedan partidos en casa y también fuera. Si no lo hacemos aquí, tenemos que hacerlo fuera. Los equipos de arriba tampoco están siendo muy regulares y aún podemos enganchar una buena racha”.
El próximo encuentro será en Fuerteventura, frente al Villaverde, en uno de los desplazamientos más complejos del calendario. “Nunca hemos jugado en ese campo, pero ellos están haciendo una gran temporada. Parece que contra los equipos de la parte alta damos otra cara. Ojalá ganemos allí y podamos dormir segundos o terceros”, concluyó.

























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