
Canarias celebró el lunes ser lo que es: islas. E islas alejadas, con autoconsumo, con respecto al gran apagón peninsular. Hasta ahí las buenas noticias, es un decir. Porque enseguida nos percatamos que en un mundo globalizado, las conexiones son múltiples, instantáneas y te acaban por afectar, te guste o no. Por lo tanto, los avances y la digitalización también comportan sus riesgos. Y en el caso del archipiélago, el drama se vivió primero en las incidencias de los teléfonos e internet. Y, segundo, en los aeropuertos. De repente, la pérdida de luz en la península te atañe porque se acumulan los retrasos y los vuelos salen a deshora o no lo hacen y el pasaje se queda en tierra.
La radio sumó protagonismo. En COPE, como es habitual en esa franja horaria, estaba Pilar García Muñiz dando la última hora e irradiando luz (nunca mejor dicho) a la opinión pública de lo que estaba pasando. Así que más de uno apostó por encender la radio del coche (gracias a la batería) y los viandantes se agolparon alrededor para escuchar a Pilar García Muñiz; así como los hubo que acudieron al rescate del transistor como mecanismo fiel e imprescindible que, a base de unas pilas, nos permite estar informados.
Tras tantos adelantos y discusiones sobre el futuro del periodismo, la radio estuvo en primera línea de fuego haciendo su tarea. Desde luego, fue posible porque COPE dispone de generador. Otras emisoras no lo tienen. Hacer periodismo en momentos extraordinarios es un chute. Recarga pasiones para seguir tirando después en la cotidianeidad.
Si no tiene un transistor, no tarde en hacerse con uno. En Canarias los necesitamos, vengan bien o mal dadas. Debemos estar informados porque una de las garantías que ofrece este aparato es que no circulan bulos como lo hace en las redes sociales y la mensajería instantánea. Es verdad que la mentira ha existido siempre, y esta puede difundirse radiofónicamente, a través del televisor o en papel. Pero la radio, radio es. Disponer de una emisora no está al alcance de cualquiera y, de una forma u otra, se rebaja considerablemente el peligro de la desinformación. Hacemos radio porque nos debemos a la sociedad, a la opinión pública. En COPE Canarias lo tenemos claro. Día a día, momento a momento, en antena. Haciendo comunidad informativa. Máxime, en un territorio archipelágico nunca exento de riesgos.
Olga Maria Rivero Santana | Miércoles, 30 de Abril de 2025 a las 18:58:14 horas
Éste "apagón", aunque parezca "contradictorio", creo que nos deja unas cuántas "luces'": una, las tremendas "fragilidades" y las muchísimas "carencias" que nuestro mundo "tecnológico" tiene y por lo tanto, buen es dejar de "idealizarlo" Tano como ¡"LO MÁS"!, mientras se "desprecia" lo que de bueno y efectivo tienen muchas cosas que damos ya por "inútiles". Que los primero "bulos", "medias verdades" o "verdades fabricadas", surgen y parten en PRIMER LUGAR, desde el propio gobierno y por supuesto, las "culpas" SIEMPRE son de "otros" Las "tecnologías" parece buscar más el CONTROL y la MANIPULACIÓN CIUDADANA, que su bientestar: véase lo del dinero físico (que pretenden que no se use hasta querer hacerlo desaparecer) y un laaaargo etcétera que es de desear, nos haya "desoertado" y traído "las luces" suficientes para reaccionar.
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