
Pedro Sánchez ha cometido un error de bulto al no acudir al funeral en Roma del papa Francisco. La figura del jesuita y argentino rebasa, con creces, al público cristiano (de por sí enorme y plural en sensibilidades) y alcanza cotas insospechadas. Sin embargo, el presidente del Gobierno (al parecer) se quedó en La Moncloa. Cuando Juan Pablo II murió, José Luis Rodríguez Zapatero fue al Vaticano. Es lo suyo. Mas si me apuran, ahora más; por lo reseñado (encima) de la particularidad de este pontífice de carisma global, un párroco humilde que agrupaba afectos y gratitud globalizadora.
Si lo hizo Sánchez por aquello de no crear descontento en los sectores laicistas que votan al PSOE (que también los hay cristianos), no deja de ser un desatino. En diciembre de 1982, nada más llegar Felipe González al poder, cabalgando sobre 202 escaños, visitó la División Acorazada Brunete; que tuvo un papel clave, por acción o por omisión, para que el 23F no triunfase. Vamos, giró visita apenas pasado un año del intento de golpe de Estado. Era la conmemoración de la patrona de Infantería, la Inmaculada Concepción, y González no se quedó en palacio. Tuvo visión, luces largas.
Yolanda Díaz estuvo en Roma. Cultivó una afinidad con el papa Francisco, al que fue en su momento a rendirle visita, y este le dijo que no aflojara. La presencia de otros miembros socialistas del Gobierno, no excusa que Sánchez no cumpliera con la cita. Para empezar, porque el presidente del Gobierno ha actuado igual que el mandamás de la ultraderecha. Santiago Abascal optó por orillar al papa Francisco. Tanto patriotismo, bandera y exaltación del catolicismo por parte de Vox, y rechazan honrar la figura del pontífice como ha hecho la gran mayoría. Abascal se ha puesto de perfil. Y Sánchez ha estado en la misma onda.
Por último, Alberto Núñez Feijóo sí estuvo. No es para menos. Es el líder de la oposición. Y lo es en una España que es bipartidista y, por tanto, el gallego cumple con la función dinástica y sistémica que tiene asignada. Era una delegación de Estado, encabezada por los reyes, la que enarboló la tarea protocolaria y política. Feijóo dio imagen de potencial jefe del Ejecutivo, de responsabilidad. Ha ocupado un espacio que el socialista le ha dejado completamente libre. Zapatero sí hubiese ido. González, igualmente. Pero Sánchez se quedó en casa.
Blas Piñar | Martes, 29 de Abril de 2025 a las 13:45:43 horas
Son sus Majestades los reyes de España los que representan a todo el pueblo español.
Según Burón Monis Pedro Sánchez no fue para no ser abucheado.
¡ Pues nada ! Viva Milei
Nota : En esta nueva etapa, deja las comillas que descansen..
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