Statistiche web
El tiempo - Tutiempo.net
695 692 764

Viernes, 03 de Octubre de 2025

Actualizada Jueves, 02 de Octubre de 2025 a las 22:37:41 horas

Primera Plana

Aznar, 1995

Columna de Rafael Álvarez Gil

RAFAEL ÁLVAREZ GIL 1 Lunes, 21 de Abril de 2025 Tiempo de lectura: Actualizada Lunes, 21 de Abril de 2025 a las 07:04:43 horas

Se cumplen treinta años del atentado de ETA contra José María Aznar. Entonces era el líder de la oposición y gobernaba Felipe González. Aquel Aznar fue un Aznar distinto a otras versiones que vendrían después, como el de la guerra de Irak; como le ocurre a tantos políticos tras ser baqueteados por el regusto del poder… El Aznar que competía en el ‘tardofelipismo’ mecía entre la impotencia de no haber ganado las elecciones generales de 1993 (dio por descontado con antelación lo que no acabó sucediendo) y la realidad del enorme carisma del socialista. Aznar, en aquel momento, no entraba bien en el televisor del salón de los hogares, más bien parecía arisco. Aunque hubo quien dijo que denle potestad presidencial y verán como gana carisma. Y así fue. Mas tuvo que aguardar a 1996, a la dulce derrota y la amarga victoria que sentenció González desde Ferraz la noche del recuento. Pero pronto TVE, con ‘Informe Semanal’, entraría a narrar los vericuetos íntimos del matrimonio Aznar y Ana Botella, ya mudados a La Moncloa. Comenzaba una nueva era, la primera del PP con mando en plaza.

 

[Img #1017475]El mismo Aznar que resistió la bomba y que se salvó gracias al blindaje del coche, aprovechó su primera legislatura para negociar con ETA. Era su obligación. Tenía que explorar todas las posibilidades. Que se refiriese a ETA como Movimiento Vasco de Liberación fue una astracanada para el jefe del PP, como aquella otra en la que dijo que hablaba catalán en la intimidad cuando vio que necesitaba a Jordi Pujol para gobernar. Cosas de los políticos cuando se ven forzados a cambiar el paso ante la opinión pública.

 

Con todo, la lección es que la responsabilidad política comporta con frecuencia hacer jugadas que, en lo personal, no desearías. Es decir, Aznar pasó en muy poco tiempo de ser víctima de un atentado de ETA a negociar con la banda terrorista. Desempeñó su cometido como presidente del Gobierno en democracia; tal como había hecho antes González y más tarde haría José Luis Rodríguez Zapatero. Y lo hizo obviando el coche bomba que sufrió y que, no olvidemos, dejó una persona asesinada.

 

En 1995 el PP barruntaba que estaba tocando con los dedos La Moncloa. El ‘felipismo’ agonizaba entre los casos de corrupción y los titulares del terrorismo de Estado de los GAL. Pronto habría un cambio de ciclo, el estilado en un bipartidismo otrora radiante e imbatible. Aznar, pese a todo lo anterior, negoció. Ignoró, incluso, voces contrarias como la de Jaime Mayor Oreja y demás. Tenía que intentarlo. Era su deber.

(1)
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.49

Quizás también te interese...

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.