
Félix José Reyes Arencibia, escultor. Vida y Obra
Entre lecturas, estudios y otros menesteres, he sentido el impulso de escribir unas palabras sobre mi amigo Félix Reyes Arencibia. Esta reseña nace desde la admiración y el afecto profundo.
Conozco a Félix desde hace años, no solo como artista, sino como ser humano. Y puedo decir, sin temor a exagerar, que es uno de esos hombres cuya presencia deja huella. Admirarlo es inevitable, no solo por la fuerza de su obra, sino por la grandeza de su humanidad. Siempre he sentido un profundo respeto por su mirada serena, por su forma de estar en el mundo, y por ese trato delicado, lleno de sabiduría y humildad que solo poseen quienes han recorrido un camino auténtico.
Desde mi primer acercamiento a su obra, me atrajo la profundidad de su lenguaje artístico y su carga simbólica. Fue entonces cuando me atreví a proponerle incluir una fotografía de una de sus esculturas en mi primer libro, Susurros de Conciencia. En una muestra más de su generosidad, accedió sin dudarlo. Ese gesto sencillo confirmó lo que ya intuía: detrás del artista admirable, habita un ser humano excepcional.
El libro Félix José Reyes Arencibia, escultor: Vida y Obra, escrito por Javier Cabrera, es una obra extraordinaria que recoge, con rigor y sensibilidad, el recorrido vital y creativo de este artista canario-riojano, nacido en Valleseco, Gran Canaria. Cabrera no solo analiza su evolución artística, sino que nos ofrece un retrato íntimo de alguien que ha consagrado su vida al arte con compromiso, profundidad y amor.
A través de sus esculturas, Félix ha sabido hablarnos del cuerpo humano como un espacio sagrado, reflejo de nuestras grandezas y también de nuestras miserias. Obras como La Ofrenda, Figuras de Alabastrina, Lugar de encuentro, Mi barrio, Solidaridad o Mujeres del mercado revelan su profundo respeto por la condición humana, por el peso simbólico de lo cotidiano y por la memoria de su tierra.
Y no podemos dejar de mencionar lo que quizá sea una de las mayores gestas de su vida: haberse permitido caminar junto a una mujer igualmente extraordinaria, tanto en lo humano como en lo artístico, Rosa Castellot. En palabras de su biógrafo, “Rosa Castellot ha supuesto un soporte esencial para que el escultor haya podido realizar el grueso de su obra.” La complicidad y el equilibrio que comparten se perciben como una fuerza silenciosa que ha impulsado su legado.
Este libro no solo es una valiosa aportación al estudio del arte contemporáneo, sino también una puerta abierta al alma de un creador que ha sabido vivir con coherencia entre lo que siente, lo que piensa y lo que crea.
Para quienes lo conocemos, es un homenaje merecido. Para quienes lo descubren por primera vez, una revelación.
Y para todos, una inspiración.
Esteban Rodríguez García es coach en Gestión Emocional y Mindfulness.

























Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.121