
Lo que comienza mal, suele terminar igual o peor. Eso le pasó a Sumar: un paraguas que desdeñó la importancia de un partido único para conectar satélites múltiples. Yolanda Díaz trató de sepultar a Unidas Podemos. Y el PSOE también fomentó esa operación. Mas la guerra dentro de la izquierda no es de ayer sino que se remonta a los primeros años de Pedro Sánchez en Ferraz. Hasta entonces, y desde la ola socialista de 1982, el PSOE era la gran formación en esta orilla ideológica e IU, mejor o peor, hacía de contrapeso. Solo con la irrupción de Pablo Iglesias y sus correligionarios y, por ende, la debilidad rampante del bipartidismo, el PSOE estuvo a punto de ser rebasado por su izquierda. Estamos en los cursos 2015 y 2016. Y desde eses instan
te Sánchez rehuyó pactar con Iglesias. Es más, en 2019 forzó la repetición electoral para tratar de laminar a Unidas Podemos. Pensaba que con otra convocatoria electoral, aumentaría en escaños, como le ocurrió a Mariano Rajoy entre diciembre de 2015 y junio de 2016. No fue el caso. Por el contrario, bajó el PSOE e Iglesias.
Es decir, Sánchez pactó con Iglesias cuando no le quedó otra. Sánchez vio en la ministra gallega la vía para ir postergando a Irene Montero, Ione Belarra y demás. Y saliéndole el tiro por la culata a la jugada ‘monclovita’, se inicia una guerra dentro de la izquierda que recuerda los episodios ‘guerracivilistas’ en Barcelona en 1937: cuando disparaban las fuerzas gubernamentales y los comunistas contra los anarquistas y los trotskistas.
Unidas Podemos, egoístamente, como siglas, no tiene ningún incentivo en que la actual alianza entre PSOE y Sumar permanezca en La Moncloa. El proyecto de Unidas Podemos mira a medio y largo plazo. Incluso, mascullan que estando el PP y Vox en el poder, les beneficiaría. No van a ceder porque le guardan a Díaz que los arrinconase. Y se las van a cobrar. E indican que la titular de la cartera de Trabajo se vaya al PSOE. Unidas Podemos solo aceptará ir de la mano del PSOE (gobernando) si Sumar se rompe y unos van con el PSOE y otros vuelven al rebaño pos15M.
Sánchez no cuenta nada de esto porque el presidente del Gobierno (aparentemente) está para otras cosas, en lo institucional. Pero es su principal quebradero de cabeza. Por mucho que absorbiera el voto de Sumar, que no será completo, ni mucho menos, no logrará los 176 escaños para gobernar otro mandato. La legislatura está en punto muerto.
























Olga Maria Rivero Santana | Lunes, 14 de Abril de 2025 a las 14:30:57 horas
Las "supuestas guerras entre partidos" me es indiferente, sí no fuera porque "meten" o intentan "meter" en bandos a los ciudadanos, a los dividen y enfrentan, puesto que su "preocupación" y su "existencia" no se basa en un deseo real de servicio, sino de SERVIRSE para su propio beneficio. Por mí, algunos ni deberían haber surgido y sí desaparecen ¡mejor!
Accede para votar (0) (0) Accede para responder