Vaya por delante que nunca he sido entusiasta de los informativos de Telecinco. Y, por tanto, apenas los he visto. Su estilo es tan expansivo, en cuanto a querer abordar abigarradas mayorías sociales, que al final no editorializa. Hasta los telenoticias noventeros de José María Carrascal en Antena 3, que eran látigo a machamartillo contra el ‘felipismo’, al tiempo que lucía corbatas tan coloridas como alocadas, tenían su línea editorial propia, reconocible ideológicamente para ser exactos. Sabes de qué van. ¿Pero Telecinco editorialmente de qué ha ido? O, mejor dicho, ha querido ir precisamente en no querer ser nada concreto. Una forma de pasar desapercibido y no disgustar a nadie. Algunos periódicos hoy, crisis mediante, hacen lo mismo. No editorializo, luego no cumplo con mi función de periódico.
Sin embargo, Pedro Piqueras (rostro histórico de los informativos de Telecinco) acaba de publicar ‘Cuando ya nada es urgente. Llegar, estar y saber irse’ (HarperCollins, 2025). Es un repaso a su vida y también al periodismo. Lo mejor de Piqueras es la mezcla de honestidad y austeridad del chico de provincias que llegó lejos en Madrid, casi sin pretenderlo, a la vez que otorga brillo a la Transición. Piqueras alerta de los peligros que acechan hoy al periodismo y, por ende, a la democracia.
El libro se zampa bien. Son pinceladas jalonadas que narran su trayectoria vital; con especial detención en la Transición. Se trasluce en el presentador una persona moderada que, entrelíneas, se desprende que votó socialista a la par que reconoce la labor del PCE por la democracia. Procede de Albacete, enclave en la Guerra Civil en zona republicana. Y esas cosas, si eres de familia trabajadora, marcan; dejan huella.
Cada periodista tiene derecho a mantener una ideología, no es un monje recluido en las montañas, y la de Piqueras en suma será la que él quiera, lo importante siempre en el periodismo es ser honesto con uno mismo en su entrega a la opinión pública. Esto es, riguroso, argumentando lo mejor posible, ofreciendo focos de análisis diversos y complementarios… Esa es la faena del periodismo que requiere, desde luego, de esa castidad más la munición intelectual. Un periodista que no lee, pacato camino le aguarda. No faltan referencias en el texto a TVE, la etapa dirigida por Pilar Miró y la célebre desconexión televisiva la noche que dio pie a la huelga general del 14 de diciembre de 1988; en ese instante, ya se sabía que a la mañana siguiente, el paro sería un éxito de los sindicatos de clase (Comisiones Obreras y UGT). En fin, léanlo porque, en última instancia, arroja, primero, que en épocas oscuras el periodismo persistirá y, segundo, que los egos en el gremio no sirven para nada.
Olga Maria Rivero Santana | Domingo, 13 de Abril de 2025 a las 12:59:38 horas
Creo que cada cadena y/o informativo, aunque tengan su editorial o línea informativa, tienen una labor fundamental hacía la ciudadanía; principal receptor de las noticias y que por lo tanto, deben de ser "libres" y "coherentes" en su y con su trabajo. Las "ideologías" no pueden prevalecer en lo que es su función, ésa se deja al terreno personal, donde cara uno elige la opción política que considere. ¡Libertad, compromiso con la verdad y las situaciones/probemas reales del pueblo, denunciando los abusos y corruptelas que se den en la clase política, sea de la ideología que sea!
Accede para votar (0) (0) Accede para responder