Un plan ideal para este fin de semana es acercarse a la Feria del Libro de Telde. Acudir a la plaza de San Juan para observar las novedades, mantener charlas y asistir a las actividades organizadas. Entretenimiento seguro. Y, de paso, hacerte con algunos ejemplares de novela, ensayo o cómic para pertrecharte en casa. Sin libros, la sociedad sería peor. Y, a pesar de la revolución digital, el libro de papel aguanta muy bien. El tirón no lo pierde. Al contrario, pasan los años con sus sucesivos vaticinios y, sin embargo, ahí persiste el formato papel cuando acudimos a las librerías, a los templos de la desconexión.
Para gustos, quédense con la paleta de colores, y sugerencias puede haber muchas. De hecho, seguramente el mercado editorial tira mucho más de lo que la demanda puede comprar y leer. A quién no le ocurre que agolpa lecturas pendientes en casa, mas sigue comprando porque sabe que le llegará, antes o después, su momento para leerlo. Pero vaya a bocajarro un par de ideas. En novela, ‘La isla de la mujer dormida’ (Alfaguara, 2024) de Arturo Pérez-Reverte. En ensayo, ‘Europa encadenada. El neoliberalismo contra la Unión’ (Galaxia Gutenberg, 2025) de Sami Nair. Podría lanzar varios más.
Y, cómo no, cualquier título de la obra de Miguel Delibes. Pongamos por caso, ‘Cinco horas con Mario’ y ‘La sombra del ciprés es alargada’. Delibes es la austeridad del alma castellana, la rectitud de conciencia de un país ante los embates de su trayectoria histórica. A Delibes hay que leerlo. Te forja el espíritu. Es vitamina de vida para soportar las inclemencias del camino. Es el retrato de la España profunda a la que, con frecuencia, hay que visitar para atisbar las profundidades recónditas de algunos de los males actuales. Y Delibes es, también, la desnudez de la persona en la España contemporánea espoleada por el hecho religioso, la conciencia y la honestidad como último reducto frente al desafío de la muerte y la transcendencia.
En fin, aprovechen para darse un salto a la plaza de San Juan. Habrá visitas desde los distintos municipios de la isla. Sábado y domingo dan para mucho. Y los que procedan de fuera de la ciudad de los faycanes, no dejen de recorrer las calles de San Francisco. Un claro ejemplo de la arquitectura popular canaria. Un enclave donde la mística y las largas tardes de verano condensan la plenitud de la alegría de vivir y del amor en sí a la vida.
Rafael Hernandez | Sábado, 05 de Abril de 2025 a las 10:37:44 horas
Mucho libro, pero ninguno sobre la rica, amplia y extensa historia de Telde.
Ah, y mucha fiesta.
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