Regularizar

Los obispos llaman a que se regularice cuanto antes al medio millón de migrantes en España, una tarea pendiente. En teoría tenía que haberse hecho ya pues nace, gracias a Cáritas y a otras organizaciones, de la iniciativa legislativa popular (ILP) ya presentada y que fue admitida a trámite hace un año. Sin embargo, muere en el sueño de los justos. Con frecuencia, todo lo que tenga un aroma a democracia popular que rebase los cauces clásicos, genera recelos; incluido, en el sistema parlamentario. Lo que supone un mal precedente en la medida que al ámbito parlamentario le interesa (para gozar de legitimidad renovada) dar rienda a las peticiones (regladas, organizadas jurídicamente) que vienen directamente desde la calle; sin partidos de por medio, sean del color político que sean.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el arzobispo Luis Argüello, tiene intención de promover una reunión entre el PSOE y el PP. Las dos siglas principales en la Cámara Baja tienen el deber moral de no dejar durante más tiempo a los excluidos en una exclusión permanente y sistemática. Están en un limbo a la espera que el poder legislativo haga su labor. Y tanto populares como socialistas saben que no pueden dar la espalda eternamente a la problemática de la migración, que irá a más a lomos de la globalización. La Iglesia católica reconoce en el fenómeno migratorio un caudal de injusticias creciente que requiere de la atención de la sociedad y de los poderes públicos para evitar el maltrato al débil, al presunto forastero. 

La humanización del otro, del que viene de fuera, es insorteable. Por el contrario, hay un populismo que trata de agitar la xenofobia y el rechazo para levantar falsos patriotismos que son, a la vez, muros de la discriminación. No deja de ser una de las dinámicas propias del neoliberalismo rampante que deshumaniza, que oprime y sujeta a las personas al dictado del gran capital. El neoliberalismo no atiende a razones del querer, del respeto entre iguales, a la dignidad.

Justo al otro lado del Atlántico, la Administración Trump está por llevar a cabo deportaciones masivas; aquí tenemos que poner negro sobre blanco cómo queremos regularizar a ese medio millón de personas. Por no olvidar que muchos están inmersos en el mercado laboral, de forma clandestina y sin derechos. Solo PSOE y PP pueden subsanar esto, y hacerlo rápido. Hace falta voluntad. Vox no querrá, hará hostigamiento contra los populares. Argüello pone la pelota en el tejado de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo.