Yanes en Agüimes

Esta tarde Rafael Yanes estará en Agüimes para hablar de literatura al calor de su novela ‘Chacayca’ (La Página Ediciones, 2011), que fue finalista del Premio Planeta 2010. El encuentro será a las 18 horas en la Casa Museo Orlando Hernández, en pleno casco agüimense. Hay tantas ‘chacaycas’ en la Historia de Canarias como esa larga y estructural desigualdad social que ha asolado siempre a esta tierra; ya sea con la conquista y la esclavitud, el centralismo administrativo, las penurias del monocultivo de turno, la dictadura franquista y las incomprensiones últimas en democracia. De hecho, Agüimes (otrora tierra episcopal) sabe mucho en su trayectoria histórica de revueltas del pueblo llano contra las tropelías del noble que se tercie. La novela, por tanto, apela a un pueblo imaginario pero que, siempre, puede incrustarse en cualquier municipio del archipiélago.

Yanes fue alcalde de Güímar y diputado del Común (2018-2024). Y en esta institución de dependencia parlamentaria se conoce bien las problemáticas del pueblo canario. A veces, tiene arreglo; otras, no. Por lo que la dicha cotidiana se mezcla con la impotencia o disgustos. Aunque, bien mirado, y ya puestos, qué administración del ámbito territorial que sea no hace o logra todo lo que desearía o teóricamente podría; cuando no es el límite presupuestario, es la incompetencia del político o un aparato funcionarial sin el suficiente músculo.

Yanes reconoce en Güímar una fuente inagotable de inspiración. Es el mismo pueblo que vio nacer al cantautor Pedro Guerra. Y Yanes, en sus responsabilidades públicas, ha destilado ese carácter de isleño de municipio mediano o pequeño que caracteriza a tantos regidores que conocemos. Se estrenó como diputado del Común siendo Fernando Clavijo presidente del Gobierno de Canarias, luego siguió el mandato presidencial de Ángel Víctor Torres y, finalmente, dijo adiós a la institución con Clavijo retornado en el poder. Yanes, que fue primer edil con el PSOE, encontrará en Agüimes un rincón singular de Gran Canaria y un feudo del nacionalismo y la izquierda canaria.

Mas hablará de literatura. ¿Pero qué escapa de la palabra? La palabra es un instrumento revolucionario. La palabra es la capacidad de originar marcos de debate, nutrir de argumentos, influir y rebuscar salidas a las problemáticas que nos acechan. La palabra es poderosa, y precisamente por eso los hay que tratan de silenciarla. Yanes, a estas alturas de la vida, tras diversos avatares, conoce la gloria y los peligros que atenazan a la palabra. Dicen que tiene preparada otra novela. No tardará en publicarla.