
La Asociación Cultural Tyldet de la Pardilla invita a todos los amantes de nuestras singulares tradiciones a celebrar el carnaval tradicional, que se pongan ropas usadas, un trapo en la cara, una sábana blanca o lo que tengan a mano y salgan a la calle este viernes, a las 18.30 horas, para acompañar a La Tora de Telde y el posterior Baile de Piñata que tendrá lugar en el barrio. Ruegan que no utilicen disfraces.
Cabe recordar que desde hace unos años en La Pardilla, los colectivos Tyldet, El Volumen y El Cerrillal se han puesto manos a la obra para que el carnaval tradicional no caiga en el olvido. “Somos conscientes de que nuestra tarea es marginal y casi titánica”, destacan. Una prueba fehaciente de esta tarea es la recuperación de La Tora de Telde, una representación zoomorfa de la sociedad agraria y pastoril que desapareció en los años cuarenta del siglo XX y tras una ardua investigación vuelve a salir por las calles y caminos.
“El carnaval de hoy poco tiene que ver con el de ayer, el lujo, el derroche de recursos, las músicas propias de otros carnavales del mundo nos invaden y hace que una manifestación identitaria y ancestral quede relegada a un mero testimonio de nuestro rico patrimonio cultural”, agregan.
La comarca de Telde posee una larga tradición en la celebración de los carnavales. “Hemos oído en numerosas ocasiones a nuestros padres y abuelos que todo el mundo echaba mano de un rejo (bastaba una sábana y un trapo en la cara). Las mascaritas, especialmente los más jóvenes, iban de casa en casa pidiendo huevos o perritas, se comían tortillas con miel y no faltaba una copa de anís o cualquier otra bebida para convidar a todo el que se acercase a nuestro hogar. Salían con un pírgano de escoba, un cesto de caña y ropas viejas. Era muy común que los hombres usaran ropa de mujer y viceversa, ya estaban listos para pronunciar la repetida frase de ¿me conoces mascarita? utilizando un tono de voz muy agudo para no ser descubiertos”, rememoran desde Tyldet.
El Carnaval antiguamente se “corría” en la calle y se prolongaba luego a los hogares, donde el olor de las ricas tortillas de Carnaval regadas con miel impregnaba toda la casa. Esta costumbre, como la del arroz con leche, es un hábito aún persistente. “En boca de alguno de nuestros informantes las tortillas empezaban por Santa Lucía y acababan por San José. Este hecho nos da una pista acerca del origen pagano de esta celebración, coincidente con el solsticio de invierno. Es muy probable que la Tora de Telde tenga sus orígenes en representaciones zoomorfas propias del ciclo de invierno”, detallan.
Los carnavales antiguos se ceñían al sábado, domingo, lunes y martes de carnaval y el consabido como carnaval chico o de piñata. Sabido es que el inicio de la cuaresma es el fin de la diversión. Había que guardar “respeto”, así que se prohibía cantar o cualquier otra manifestación de alegría.
Las sociedades recreativas, ocuparon durante buena parte del siglo un espacio donde poder celebrar los carnavales; destacan el Casino La Unión, La Sociedad Obrera, El Tabaibal, San Isidro, Lomo Magullo o Callejón del Castillo. Eran muy frecuentes los denominados bailes de Asalto amenizados por una gramola.
Al amparo de las sábanas blancas y máscaras, algunos no actuaban con moderada libertad y se pasaban de castaño oscuro. No faltaba a veces algún desaprensivo que arrojaba alguna pedrada para ajustar algunas cuentas pendientes. Era una sociedad con otra mentalidad muy distinta a la actual, recuerdan.
Pero todo ese carácter lúdico de la vida cotidiana del pueblo se rompió con la dictadura franquista; al igual que en el resto de la isla, esta celebración fue prohibida. En este periodo desaparecieron muchas celebraciones populares propias de carnaval.
Las autoridades eclesiásticas tampoco se quedaron atrás y era común escuchar que los que acudían al baile tenían los pulmones negros. La moral de la época rebajaba un poco las rígidas y conservadoras normas sociales y no se permitían grandes desmanes.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.44