
Juanma Moreno es el rostro amable del PP. Está en la línea de Alberto Núñez Feijóo. Moreno alcanzó la Presidencia de la Junta de Andalucía, arrebatando un feudo histórico del PSOE. Y reaccionó de manera lista. Nada más tocar el poder en vez de remover y dividir, de causar estragos, se preocupó en mantener vivas las inquietudes y tendencias heredadas. Un cambio tranquilo. Y la palaba cambio es la que más vende en una campaña electoral. Él hizo el cambio ya con la batuta de mando. Y mejoró l
os resultados en los últimos comicios. Si no fuese porque Moreno es del PP y no del PSOE, visto desde fuera parece que Andalucía siguiese igual que en décadas atrás. Andalucía no causa problemas en la agenda estatal.
La contrincante próxima del jefe de los populares andaluces será María Jesús Montero. Es un activo socialista. Tiene pegada. Mas Andalucía es ahora una piscina. Y Montero no deja de ser la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda que quiere, como novedad, que con el alza del Salario Mínimo Interprofesional también tribute el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Ahora, con estos mimbres, vete al sur peninsular a recabar el respaldo de las clases populares. No se entiende. Pero es lo que hay.
Además, está la clave territorial. La llamada quita de la deuda catalana que se expande al resto de comunidades autónomas haciéndose un ‘café para todos’; aviva el trance entre lo catalán y lo andaluz. Montero lo bendice, a petición de Junts y ERC, para luego vete tú a ganar votantes en Andalucía. Otra carga, junto a la del IRPF, en su campaña; a ver cómo la soporta la ministra. ¿Quién le está llevando la estrategia electoral a Montero? ¿Realmente sabe lo que tiene entre manos?
Cuando IU coqueteaba con el PNV al calor del ‘plan Ibarretxe’, y llegó a ser consejero de Vivienda y Asuntos Sociales el dirigente de izquierdas, Javier Madrazo, en el Gabinete de Juan José Ibarretxe, en el conjunto de IU (en el sur peninsular) no se concebía. Las mismas incomodidades que tenía IU, las padece actualmente, o va camino de ello, cada vez con más fuerza, el PSOE. Quemar (o autoquemarse) a la ministra en Andalucía, es no asumir que el PP, con la placidez y calma de Moreno, le ha arrebatado Andalucía al PSOE (al menos) por un tiempo considerable. Falla la pericia en Ferraz.
























Olga Maria Rivero Santana | Domingo, 02 de Marzo de 2025 a las 12:49:36 horas
La "cara amable de la política" o en la política, va más allá de las siglas de un partido, salvo excepciones, pues algún partido en sí, no me resulta para nada "amable" por mucho que las reglas o artimañas políticas permitan su existencia, pero en el resto, son las personas concretas las que al final, hacen de su presencia y acciones, un verdaderos servicio vocacional al pueblo que es quién le ha elegido.
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