
Que la convivencia en el Cabildo de Gran Canaria y en los municipios merece generosidad mutua por parte de las facciones que antaño confeccionaban NC, es de cajón. Uno de los problemas de la crisis de NC es que aún queda mucho hasta 2027; la próxima cita con las urnas no está a la vuelta de la esquina, salvo si hay comicios generales, lo que precipitaría todo. Por tanto, los que coexistían antes en NC ya se han divorciado pero no del todo. Están como el recién extinguido matrimonio de cara al Registro Civil pero que, por unos motivos u otros, todavía permanecen en el mismo techo y con hijos de por medio. Vamos, el desenlace que nadie quiere, ninguno de la pareja, y que genera incomodidades. A saber, oficialmente están divorciados y supone un alivio mas la realidad material es que, papeles al margen, el día a día viene a ser el mismo. Alguien tiene que limpiar la nevera.
Carmelo Ramírez atesora una trayectoria militante de largo aliento. Fue el revulsivo tirajanero que abanderó las luchas vecinales, junto a Camilo Sánchez y otros, que conquistó el alumbrado público, el asfaltado, el alcantarillado, los parques… Cosas que hoy se dan por descontado pero que en la Transición en muchos sitios sonaba a sueño inalcanzable; sobre todo, para las clases populares. Y Ramírez lo hizo realidad. Lo que era otrora Vecindario y lo que es en el presente, nada tiene que ver.
Este domingo se despachó en una entrevista en ‘La Provincia’. Y anotó claves de Perogrullo que, sin embargo, gestionarlas no será fácil. Porque numerosos argumentos que puso sobre la mesa, de peso, razonables, encuentran la oposición de otros que blandirá Teodoro Sora que también son estimables.
Ese es el mayor problema que tiene NC: que esta crisis no tiene una solución o remedio al uso. Unos, porque no fomentaron cuadros a tiempo que asegurara el relevo, llegado el momento procesal oportuno. Mucho se jalea el ejemplo del BNG y, en cambio, la cotidianeidad de la organización no casa con ese modelo. Recordemos que hasta hace poco NC estaba en el Gobierno autonómico, además de tener la batuta cabildicia. Se dice pronto. Los otros, porque concibieron la renovación de NC como si fuera un partido estatal, al alimón de los medios de comunicación, cuando NC son unas siglas artesanas, hechas a mano y con cuño militante. No puedes ejecutar el desembarco de Normandía cuando lo tienes que hacer en la playa de Melenara. No cuadra.
El cosmos ideológico y el mundo político en el que se forjó Ramírez (un dirigente entrañable) no son idénticos al de Sosa. Y la gran tragedia mutua es que el legado se va al garete. El trabajo de más de cuatro décadas tiene ahora que empezar de cero. Y no es fácil.
























pepe | Lunes, 24 de Febrero de 2025 a las 10:00:11 horas
ver si se va usted ya hombre,ya esta bien de vivir del bote que lleva ya muchos años, dejele paso a otro cumpla con su edad de jubilacion como todos los demas, que es muy facil seguir en la portrona cuando el trabajo se hace sentado
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