Amigos lectores-as, todavía recuerdo de cuando era niño que muchas veces mi padre me decía: “¡Paco, abre el ojo y pide perdón a tu hermano!
Sí, sucedía que cuando nosotros “jugábamos al Tejo” yo hacía mis trampas y luego terminábamos discutiendo y diciéndonos algunas palabrotas de aquel tiempo...
De verdad que saber pedir perdón es algo bueno y saludable que siempre nos ayuda a convivir los unos con los otros sabiendo que todos en la vida cometemos fallos, a veces por el tiempo perdido, por no saber ayudar a otros...
No cabe duda que todos en nuestra vida debemos aprender a pedir Perdón al Señor por tantos fallos que cometemos… y a no quedarnos con los brazos cruzados...
Sí, ciertamente que es bueno pedir Perdón por haber sido incrédulos y mezquinos muchas veces y por perder la esperanza dudando de los demás…
¿Verdad que cuando rezamos despacio el Padre Nuestro ahí vemos que siempre le decimos al Señor “Perdona nuestras ofensas…como también nosotros perdonamos…?”
Amigos-as, nos toca repasar la Oración que nos enseñó el mismo Jesús y a decir de verdad "Perdona nuestras ofens como nosotro peerdonamos..."
Les deseo a todos que tengan un feliz Domingo y les animo a saborear despacio la preciosa Oración que el mismo Jesús nos enseñó diciendo de corazón: “Padre nuestro..." y que él nos enseñe siempre a tener su Amor y su Misericordia sabiendo Perdonar de coraón.”
Francisco Martel es sacerdote.
























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