El futuro de Sosa

Teodoro Sosa es adulto y consecuente. No traten de presentarlo como un dislocado que se sale de madre en sus declaraciones. Dice lo que piensa (sí, de manera apasionada, porque lo es; basta con escuchar uno de sus mítines) a son de la crisis de NC. Y escogió una escenografía concreta: en Gáldar, junto a Fernando Clavijo. Y eligió un momento determinado: tan solo tres días después de que Antonio Morales llamase al entendimiento en un último intento. Sosa cortó, tajantemente, el propósito de debate generado por una voz con ‘auctoritas’ de la izquierda canaria como la del agüimense y presidente del Cabildo de Gran Canaria.

Por consiguiente, Sosa no es un menor a ser tutelado. Sin embargo, lo que ocurre es que el alcalde de Gáldar se ha adelantado en los tiempos al confesar su pretensión política. Legítima. Tiene derecho, aunque duela a sus correligionarios. Y, claro, esto genera problemas a otros actores que están aún dentro de NC. 

Porque Sosa tiene futuro. En el Cabildo de Gran Canaria o en el Gobierno de Canarias en 2027. Al menos, se presume. En el duelo que mantiene con Román Rodríguez subyace una clave vital: Román cuando funda NC ya ha sido todo lo que se puede ser en la política isleña. Es decir, presidente del Gobierno de Canarias (1999-2003) y protagonista en el Congreso de los Diputados representando al nacionalismo canario en Madrid. Por el contrario, Sosa ha dado pasos importantes a nivel municipal e insular, pero todavía alberga metas mayores que ambiciona. Está empezando, por así decirlo. Y percibe que la estructura de NC se le queda chica. No así CC que, con el soporte que desee, más o menos vinculado, le ofrece un horizonte mayor de oportunidades: vicepresidente autonómico, consejero de Hacienda, presidente una vez acabado el ciclo presidencial de Clavijo (supuestamente) en 2031… Lo que sea.

No retraten a Sosa como lo que no es. Lo que ha hecho y dicho ha sido libremente. Incluso, ha tenido tiempo sobrado para desdecirse (si fuera el caso) y, en cambio, ha optado por mantener públicamente lo manifestado. Si a otros que le acompañan en el viaje les supone un problema, es cosa de ellos. Pero por respeto a la opinión pública no instrumentalicen a Sosa como un dirigente desbocado que, en ocasiones, se sale del tiesto.

Por último, la lista de NC al Cabildo de Gran Canaria en 2023 obtuvo más de 90.000 votos. Estas personas que depositaron su confianza en Morales se merecen no ser testigos de un espectáculo que, encima, va a ir a más porque algunos están obviando las posibles consecuencias jurídicas de todo esto. El que se quiera quedar en NC, que se quede. El que prefiera marcharse, que lo haga. No confundan. No inventen trampantojos. Saben que no hay terceras vías y, de explorarlas, electoralmente no hay espacio para tantas siglas. La ciudadanía, como Teodoro, como Román, tampoco es tonta. Y lo que está sucediendo no es de recibo para los que votaron a Morales. Sean maduros, sean responsables.