La entrada del nuevo año ha significado un cambio de paradigmas en los conceptos más básicos sobre la verdad y la libertad. Los nuevos dueños del mundo, o al menos, aquellos que han obtenido el poder al otro lado del atlántico, en una inusual acumulación del poder, - por millonarios -, elegidos democráticamente al menos su presidente, donde el relato se ha adueñado de la escena política y lo impredecible en su anterior mandato, nos dibuja un año de turbulencias a nivel global. Sus últimos exabruptos así lo evidencian.
La verdad es un hecho singular y local, es un ejercicio de libertad; tanto Jesús con: “la vedad os hará libres” o Sócrates con: “el conocimiento os hará libres”, colisionan en estos tiempos con el relato de la verdad y la libertad, en contraposición con las mentiras y la pluralidad, abanderada por la desinformación. La verdad se devalúa relegándola al cristal con el cual miramos. ¿Es acaso la comodidad la que dicta que es verdad?, materias hasta ahora irrebatibles, ha alcanzado una deriva que se impone para dar la vuelta, cual calcetín, a lo que se ha consolidado como cierto, así lo expresaba el jurista y escritor Javier Junceda: “ Es la pura emocionalidad o la simple comodidad las que dictan qué es verdad o deja de serlo. La posverdad o el relato, sin suelo sobre el que asentarse, llevan décadas comiendo la cabeza a mucha gente, encantada de no tener que enfrentarse con la raíz de los problemas, lo que tantas veces trae consigo el incordio de cambiar la forma de ver las cosas y actuar en consecuencia”.
Habría que analizar si el olvido de los hechos, como se intenta hacer con la memoria democrática convierte en farsa la libertad de opinión, pues descubriríamos que la falta de verdad nos ha diezmado nuestra libertad. Se ha creado una endiablada permisividad que amenaza a la verdad y la libertad, que no deja de impulsar un pensamiento único. Sin la brújula de la verdad no hay libertad que valga, tanto en cuestiones morales como en las cotidianas. La libertad busca un objetivo y por ello requiere una convicción. La verdadera libertad presupone la búsqueda de la verdad - del verdadero bien- y, por tanto, encuentra su propia perfección precisamente en conocer y hacer aquello que es recto y justo.
Quizá saliendo al paso de la objeción de quienes temen que hablar de verdad equivale a imposición y uniformidad, Benedicto XVI aclaró: “La búsqueda de la verdad, lejos de amenazar la tolerancia de las diferencias o el pluralismo cultural, hace posible el consenso y permite al debate público mantenerse lógico, honesto y responsable, asegurando aquella unidad que las vagas nociones de integración simplemente no están en grado de realizar”. Al final, la verdad vence, no con la fuerza, sino gracias a la persuasión, al testimonio heroico de hombres y mujeres de sólidos principios, al diálogo sincero que sabe mirar más allá de los intereses personales, a la necesidad del bien común”. La verdad, en estos tiempos de las grandes plataformas sociales, puestas al servicio de agitadores sociales, es traicionada y manipulada sirviendo a falsas ideologías, a la opresión y a la injusticia”.
El Catedrático de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid Fernando Vallespin escribía que - “La verdad no es emancipadora, la libertad sí. Por eso nos gusta vivir en democracia, porque el mundo de lo social y político no nos permite una intelección plena de la realidad, porque la verdad objetiva no nos es accesible, solo lo son algunos de sus fragmentos. Cuando en este ámbito alguien habla en nombre de la verdad nos echamos a temblar. No podemos dejar de pensar en las muchas tropelías que se han hecho en su nombre. Arrogarse la verdad clausura el debate, y el debate y la opinión es la sustancia misma de la política democrática.
Gregorio Viera Vega fue concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Telde.























Roberto Lopez | Miércoles, 15 de Enero de 2025 a las 09:58:09 horas
Leer en estos tiempos a un socialista dedicando loas a la libertad y a la verdad, es como si escucháramos a Hitler alabando a los judíos. Puro cinismo. El actual PSOE es todo lo contrario a la libertad y a la verdad. Su actual Secretario General se ha dedicado a mancillar ambos conceptos hasta límites insospechados. Y cualquiera que lo vote, defienda o ampare no está legitimado para hablar de estas cosas. Mejor escriba sobre otros temas o pida la baja del partido....
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