Principio de acuerdo

Es un drama humanitario. Pero se olvida con frecuencia. Y queda solapado por la pugna partidista. Los menores migrantes se quedan estancados en Canarias sin poder ser atendidos dignamente. No hay solidaridad en el resto del Estado. Y el pimpampum aflora. Unos y otros no han llegado al lugar común deseado. Y han pasado numerosos meses. Hay ahora un nuevo intento. Ese es el titular que deja el encuentro celebrado ayer en Madrid entre Fernando Clavijo y Ángel Víctor Torres. Voluntad hay. Falta por aclarar la postura del PP, que está fuertemente condicionado a la presión de Vox.

En las islas hay más de 5.800 menores migrantes. No son atendidos debidamente. Clavijo y Torres aspiran a un reparto extraordinario, es algo puntual. Falta aún reformar la ley de extranjería y también asumir que el fenómeno migratorio va para largo y tiene dimensiones aún mayores que se escapan, por completo, de las manos del Gobierno de Canarias. Toca esperar a finales de enero. Pero decisión de brindar un texto la hay por parte de PSOE y CC. 

A estas alturas, cabe pensar que si no hay decisión coral en este momento, difícilmente la habrá después. PSOE, PP y CC, junto a otras siglas, deben respaldar la iniciativa. Y limar jurídicamente aquello que se tercie para evitar posibles invasiones competenciales; extremo que hay que respetar siempre en un Estado compuesto, cuasifederal sin serlo formalmente, como es el nuestro. Es más, si Junts no se sumase al carro (el PNV sí lo hará) con los votos del PP los escaños de Carles Puigdemont serían innecesarios. El decreto ley iría rápido. Y la solución estaría plasmada en febrero, si se cumple la premisa de la diligencia esperada y las expectativas mutuas.

La reunión ayer entre Clavijo y Torres suena a último cartucho. Manuel Domínguez debe sumar a su partido en Madrid para que haya luz verde. Y recordemos que solo es una aspirina. La situación presente en Canarias y Ceuta volverá antes o después a redoblarse si no invertimos en África. La mar no es un muro infranqueable, aunque muchos pierdan la vida, aunque algunos hagan negocios, aunque las mafias babeen con el dinero a ganar. La urgencia es inapelable. Luego toca planes a medio y largo plazo. Dar pan y futuro allí para que nadie tenga que salir de su propia tierra. Nunca se desea irse porque no quede otra. Demos oportunidades, fomentemos el desarrollo.