Canarias como patio trasero

Vox no tiene discurso para Canarias. O más bien piensa que somos el parapeto perfecto para que la cuestión migratoria no llegue a la península. Vamos, abanderan que nuestra tierra sea la ‘isla-cárcel’ que permite, por acción u omisión, Bruselas y Madrid y que Antonio Morales ha denunciado recurrentemente desde el cabildo grancanario. Pero no es solo los derechos humanos de la población migrante que llega en pateras y cayucos lo que omite la ultraderecha, también todo lo demás. Directamente, para Vox no existimos. Propugna el neocolonialismo. Canarias es el patio trasero o bungaló ocasional para la meseta. Esa es la concepción de Vox.

Ayer se despachó la exdiputada Marta Gómez en los micrófonos de COPE Canarias. Fue directa en las contestaciones a las preguntas de Roberto González. No ahorró en palabras. Estuvo en Vox, lo ha vivido dentro y sabe de lo que habla. Bendita la hora que las personas cambian de opinión y forjan su propio criterio. Gómez habló de derechos humanos. No cabe proseguir con la retahíla imperial pretérita de Vox, tan desfasada, tan inoportuna, sino practicar el humanismo más esencial con el prójimo. Y ese prójimo para Canarias es, también, de cerca, la realidad africana. Que, por otra parte, precisa de inversiones y ayudas desde Bruselas y España para que nadie tenga que verse forzado a emigrar y allá concurran oportunidades para trabajar y vivir dignamente. De lo contrario, serán víctimas permanentes de las mafias. 

El crecimiento demográfico de África con respecto a Europa será enorme. Ni siquiera somos aún capaces de imaginar lo que esto supondrá a la vuelta de dos o tres décadas. O nos ponemos las pilas y ayudamos al desarrollo en África, o la bomba demográfica explotará y afectará a Canarias de plano. Pero esto no lo entienden en Madrid ni en Bruselas.

Tampoco quiere asumirlo Vox que hace precisamente de la migración su recetario del miedo y la confrontación. Gómez se ha percatado de lo que se veía desde el primer instante: para Vox Canarias es ultramar. En el Parlamento están aislados. Ni Fernando Clavijo ni el PSOE, ni el PP ni NC, ni nadie, quiere acercarse a Vox. Probablemente, la ultraderecha bajará en las islas en los próximos comicios locales y autonómicos. Su crisis en Telde, Ingenio, Agüimes y La Laguna, entre otros enclaves, es el aviso de que aquí no caben idearios trufados de vanagloria imperialista. El sentir canario es ajeno a la ultraderecha.