Hay símbolos que reflejan la democracia. Ayer en Santa Brígida José Miguel Bravo de Laguna le entregó el bastón de mando a José Armengol. Dos generaciones distintas, dos visiones de la política diferentes, con enfoques ideológicos varios, pero con sus lugares comunes y respeto. En las medianías de Gran Canaria un gerifalte de la derecha histórica en el archipiélago, venido a centrista, le tras
pasó el poder a un dirigente de la izquierda canaria. Llevan gobernando juntos en el consistorio, más el PSOE, desde 2023. Y seguirán haciéndolo hasta 2027. Los hubo que en los últimos meses han tratado de enfangar la gobernabilidad en el municipio. Sin embargo, lo pactado se llevó a cabo. Y Bravo de Laguna cumplió con la palabra dada.
Es en los ayuntamientos donde la ciudadanía palpa de forma más fehaciente el valor de la política. La calle por barrer, la farola pendiente de arreglar, las tasas a abonar para instalar la terraza en la vía pública… acciones cotidianas que el administrado ejerce ante su consistorio. Aquí la distancia entre el responsable y el pueblo se achica o se elimina. Te encuentras a tu regidor en las poblaciones medianas y pequeñas y lo saludas, y entonces más de uno aprovecha para contarle su problema.
Bravo de Laguna cierra una etapa política que ya es vital. El prohombre de la UCD, el escrutador de voluntades empresariales, el actor de ofertas y contraofertas de gobiernos por conformar cuando CC nacía, dice adiós a la gestión. Lo fue casi todo. Le faltó ser jefe del Ejecutivo en el archipiélago. Pero aquí el PP nunca ha llegado a ser lo que ha supuesto en otros territorios, precisamente por el nacimiento noventero de CC que ocupó el epicentro del sistema de partidos. Ni con José María Aznar ni con Mariano Rajoy, ambos mandamases de dominio disfrutado en La Moncloa, tuvieron la repercusión deseada en las islas. Bravo de Laguna tuvo que sortear esas dificultades, con amagos de acuerdo con el PSOE de Jerónimo Saavedra, o bien recluirse en Gran Canaria cuando asumió que le tocaba pelear electoralmente por el cabildo.
Ahora Armengol retoma la Alcaldía. Las tareas por realizar son múltiples. El eterno mamotreto es el gran reto. Mas tiene presente que debe dar un obrar cotidiano de gestos y gobernanza de avances que le otorgue réditos a Ando Sataute en 2027. Las urnas, como los exámenes, ponen la nota.
























Olga Maria Rivero Santana | Miércoles, 08 de Enero de 2025 a las 13:50:10 horas
Suena a "EXCEPCIIONAL" lo que DEBERÍA ser "LO NORMAL" en política, pero por desgracia lo que ocurre es bastante vergonzoso y muestran "la bajeza" de una parte de la CASTA POLÍTICA, que no están para "SERVIR AL PUEBLO" sino para "SERVIRSE" de su posición, para su propio provecho.
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