
Con la máxima sinceridad de mi corazón.
Con mis brazos solícitos.
Con mi mano extendida y abierta.
Desde, el Faycanato de Telde, en el Conventual Barrio de San Francisco, mi Amistad Incondicional, en el ocaso de este 2.024 y ante el amanecer del Nuevo Año 2.025.
Prometo que, si el destino así me lo permite, mientras esté de pie sobre esta Bendita Tierra Canaria, aquí tienen a un amigo.
A todas y todos, Feliz Nuevo Año.

























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