En un nuevo episodio de descaro político, el concejal responsable del alumbrado público en Telde, incapaz de asumir las responsabilidades de su área, ha decidido culpar a las ratas de los frecuentes apagones que afectan a esta ciudad. Sí, ratas. No es un chiste, aunque lo parezca.
El mismo edil ha optado por señalar a los roedores como causantes de las fallas eléctricas en lugar de admitir la evidente negligencia de su departamento y de la empresa Elecnor, encargada del mantenimiento del alumbrado público. Esta entidad, que debería garantizar un servicio eficiente, parece más preocupada por prolongar la oscuridad que en resolverla, mientras el concejal gasta más tiempo, horas y horas diarias, en desayunos, chácharas y paseos por San Juan con la representante de la compañía adjudicataria que en trabajar para el pueblo.
La manipulación como excusa barata
El colmo de la desfachatez llega cuando este político acusa a la ciudadanía de manipulación mediática. ¿Por qué? Por hacer uso de su derecho a denunciar públicamente los fallos del alumbrado que convierten barrios enteros de Telde en zonas de penumbra e inseguridad. ¿O lo que le molesta verdaderamente es que los afectados canalicen sus quejas a través de TELDEACTUALIDAD? Si fuera una persona razonable e inteligente debería preguntarse porque los vecinos acuden a este medio y no a otros para canalizar sus demandas.
Su discurso no solo es una falta de respeto, sino, además de un insulto a la inteligencia, un intento burdo de desviar la atención de su evidente incapacidad para resolver un problema que afecta a la calidad de vida de los vecinos.
Pero claro, ¿cómo va a reconocer su ineptitud alguien que ha cruzado la línea roja de la ética política al venderse hasta los que hasta ayer lo ponían a caer de un burro en sus comentarios escritos y hablados? El concejal ha pasado de criticar ferozmente a sus actuales aliados a refugiarse en ellos, en un giro que solo puede explicarse desde el oportunismo más rastrero, promoviendo campañas de desprestigio contra el alcalde, compañeros de Gobierno y ediles de la oposición y medios de comunicación que no resultan baratas, sino que le van a suponer a la larga un coste político muy caro. Al tiempo.
¿Telde se merece esto?
Lo más preocupante no es solo la incapacidad técnica de este político y de Elecnor para resolver un problema estructural, sino la falta de respeto hacia la ciudadanía que ha depositado su confianza en el Ayuntamiento. Telde, la cuarta ciudad del Archipiélago canario, merece algo más que excusas patéticas y discursos de victimismo. Merece políticos que trabajen por el bien común y no figuras que intenten silenciar las críticas con teorías de conspiración mediática.
El concejal y sus aliados han traspasado en las últimas horas una línea roja, una de esas que no tienen retorno. Y lo ha hecho de manera consciente, en una cruzada peligrosa contra los propios ciudadanos de Telde y grupos políticos que osan criticar su inoperancia. Él sabrá los motivos, porque son suyos, y también las consecuencias. Que sepa que no nos vamos a ocupar de lo que digan sus aduladores a sueldo. A ellos, ni caso, pero él debe tener meridiamente claro que no aflojaremos en la línea edittorial de dar cabida en este medio a todas las quejas que nos hagan llegar los ciudadanos, sea de la índode que sea.
Telde necesita soluciones, no cuentos de ratas contadas por rateros. Y, sobre todo, necesita políticos con dignidad y leales, sí leales con todas las reglas y en mayúscula. Esta ciudad no puede seguir siendo rehén de políticos que se enredan en cuentos ridículos y traiciones constantes. Lo que necesita esta ciudad son líderes con valentía y decencia, que respeten los compromisos y las alianzas firmadas y trabajen por y para la ciudadanía, no personajes siniestros que dedican todo su tiempo a tejer intrigas y corroer siempre los pactos que ellos mismos suscriben..
El alcalde Juan Antonio Peña, perfectamente al tanto de los movimientos y campañas teledirigidas por este oscuro personaje, no puede permitirse mirar hacia otro lado.. Si no pone atención al asunto, corre el riesgo de repetir los fracasos de sus predecesores, pagando el alto precio de la inacción y la complicidad silenciosa.
María del pino | Miércoles, 12 de Febrero de 2025 a las 13:24:03 horas
Mejor diera vergüenza que el día de navidad paso papa Noel y el alcalde por la calle holanda herradura . Y los niños ni siquiera vieron al papáel..porque los arboles se nos va a meter por la ventana. Cada día más grande y si no vengan por aquí..la poda ya no existes. Solo existes el bar los viernes de Telde .ahy lo dejo..
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