El CEPA Telde-Jinámar recuerda a su alumna Encarnación Ponce

La comunidad educativa del Centro de Educación de Personas Adultas (CEPA) Telde - Jinámar rindió un emotivo homenaje a Encarnación Ponce Rodríguez, una querida alumna que falleció el pasado mes de septiembre a los 85 años de edad. 

Era precisamente Encarnación Ponce quien se encargaba de montar cada año el belén del CEPA. Por ello, aprovechando las fechas navideñas, el centro quiso recordarla en un acto que se celebró recientemente y al que acudieron familiares, entre llos su hijo el periodista Antonio José Fernández Ponce, y antiguos compañeros y docentes como Lali Beníte y Fátima Jiménez. "Encarna fue precursora y conocida por elaborar preciosos y enormes belenes", subrayan con emoción.

Durante el homenaje, recordaron distintas anécdotas que Encarna protagonizó en el centro. Además, los asistentes pudieron contemplar dos belenes que se han elaborado con sus figuras en el hall y el huerto del centro.

Su hijo, Antonio José Fernández, agradeció tan emotivo gesto por parte de la comunidad educativa y compartió varias experiencias que vivió con su madre.

"Nos acordaremos siempre de Encarna, especialmente en Navidad, al confeccionar los belenes con sus hermosas figuras. Deja una huella imborrable en el Centro de Adultos de Jinámar y en toda su comunidad educativa", resaltan.

Texto elaborado por las profesoras de Encarna

Esta tarde estamos en este Centro de Adultos para  recordar a nuestra querida alumna Encarnación Ponce Rodríguez, que fue un pilar fundamental en este centro educativo.

Ella formó parte de la Comunidad Educativa del CEPA Jinámar desde que abrió sus puertas. Alumna, amiga, compañera, madre, … ejemplar, siempre pendiente de las necesidades de sus compañeros/as y de nosotros como docentes. Preocupada por mejorar su barrio, y por el crecimiento  personal de todos y todas las que la conocíamos, por la felicidad de todos/as. Orgullosa de ser como era, de su familia, de su centro de adultos.

Siempre fue una gran colaboradora, difundiendo su experiencia en el Centro de Adultos, animando a vecinas y amigas a matricularse y a seguir creciendo como personas.

Narradora excepcional. Cuando escuchábamos sus experiencias, sus historias entrañables, … nos trasladaban a ese momento y te llegaban las imágenes de cómo podía haber sido su vida. Parecía una “chiquilla inquieta” muy vital, moviendo su cuerpo, gesticulando las situaciones vividas, desde la cabeza a los pies, sin cansancio…

Eras un referente para todos/as, cuando no podías venir, el alumnado siempre estaba pendiente de tu salud, te echábamos de menos muchísimo.

En múltiples ocasiones aprovechábamos esas experiencias de vida para trabajar en el aula con el resto del alumnado. Siempre tenía un espíritu joven, positivo, alegre y amorosa con todos/as nosotros/as. 

En muchas ocasiones le decíamos, “Encarna ¿por qué no recopilas por escrito todas estas vivencias, tus emociones, y los dichos con los que siempre nos dabas lecciones de vida?”

Ella fue la que desde los inicios se encargaba de decorar el centro para las Navidades, haciendo el árbol y sobre todo montando el grandioso Belén que ocupaba un aula, y así año tras año. Compraba cada Navidad cosas nuevas y las aportaba al Belén. Todo su esfuerzo, creatividad, trabajo, etc, lo donaba a la Comunidad Educativa, … y todo el material comprado por ella para el centro también. 

Encarna fue una persona maravillosa en toda su esencia. 

Gracias Encarna por compartir tantas cosas con nosotros/as, por dedicarnos tu tiempo, por contagiarnos felicidad, por “ser tan linda”… fue una suerte conocerte y trabajar contigo. Te queremos Encarna, hasta siempre!!!