Las pequeñas cosas, los pequeños gestos en frecuencia constante y perseverando en el tiempo pueden convertirse en grandes o muy grandes e influir en la cosa, lugar, persona o ecosistema en el que se desarrolla. Hasta aquí bien, sin embargo, es fundamental que observemos y conozcamos su origen y los ingredientes que lo configuran.
La hipérbole, una figura retórica que exagera características de la realidad, se convierte en un elemento clave para entender cómo percibimos y comunicamos nuestras experiencias. No es solo un recurso literario; está presente en cada rincón de nuestra vida cotidiana. Desde las expresiones más simples hasta los discursos más complejos, esta figura nos permite alterar y multiplicar el significado de lo que decimos.
A menudo, nos encontramos ante verdades que, al ser hiperbólicas, pueden llegar a ser 1% verdad y 99% mentira. Esta distorsión de la realidad nos lleva a cuestionar la esencia de lo que somos y cómo nos comportamos, incluso en comparación con otros seres vivos.
El lenguaje cotidiano está repleto de hipérboles que enfatizan el significado de nuestras palabras. Frases como "Te lo he dicho un millón de veces" o "Me muero de amor por ti" son ejemplos claros de cómo la exageración puede transmitir emociones intensas. Estas expresiones no solo comunican un mensaje, sino que también reflejan la profundidad de nuestras experiencias y sentimientos.
- "Tengo tanta hambre que me comería una vaca." (Una forma de expresar un gran apetito).
- "Me van a salir raíces de tanto esperar." (Una exageración sobre la espera prolongada).
- "Ese hombre es más largo que un silbido." (Referido a una persona alta estatura).
Estas hipérboles no solo añaden color a nuestro lenguaje, sino que también crean un efecto humorístico o irónico, permitiéndonos conectar con los demás a través de la exageración.
La Hipérbole en el Discurso Público
La hipérbole también juega un papel crucial en el ámbito político y mediático.
La exageración, en su esencia, es una herramienta poderosa que puede magnificar o disminuir características o cualidades de personas, cosas o situaciones. Este recurso, no solo enfatiza el significado de lo que se está comunicando, sino que también puede generar efectos sorprendentes, como el humor y la ironía. Es fascinante cómo, en nuestra vida cotidiana, estamos rodeados de ejemplos de exageración. Sin embargo, no todo resulta tan simpático o agradable.
Un claro ejemplo de esto se puede observar en las comparecencias en el Congreso de los Diputados o en el Senado, donde los discursos a menudo están cargados de hipérbole. Los políticos, en su afán por captar la atención del público y hacer que sus puntos de vista resaltan, tienden a exagerar situaciones o características de sus oponentes. Esto no solo hace que el debate sea más animado, sino que también puede llevar a la confusión y a la desinformación.
En la era de la hiperinformación, donde los medios de comunicación y las redes sociales juegan un papel crucial, la exageración se ha convertido en un fenómeno aún más prominente. La frase "la realidad supera la ficción" nunca ha sido tan cierta, ya que los bulos y las mentiras se propagan rápidamente, alimentados por la necesidad de captar la atención y generar clics. Los laboratorios de la mentira, como se les llama a veces, utilizan la exageración para tergiversar la verdad, creando narrativas que pueden ser más impactantes que la realidad misma.
Esto plantea un desafío importante: ¿cómo discernir entre la verdad y la exageración? La clave está en desarrollar un pensamiento crítico y ser conscientes de cómo se presenta la información. La realidad es frágil, vulnerable, puede ser tergiversada y eso puede llevar a conflictos sociales. Es cierto que, en la actualidad, la información se difunde rápidamente y a veces de manera inducidamente distorsionada, lo que puede generar malentendidos y reacciones impulsivas.
La falta de diálogo y la polarización de opiniones también contribuyen a que las personas se sientan más reactivas en lugar de buscar soluciones constructivas. Es importante fomentar la empatía y la comunicación abierta para poder abordar las circunstancias de manera más asertiva.
Al final del día, la exageración puede ser divertida y entretenida, pero también puede tener consecuencias serias si no se maneja con cuidado. Así que, la próxima vez que escuches una afirmación exagerada, tómate un momento para reflexionar sobre su veracidad y el contexto en el que se presenta. ¡La curiosidad y el escepticismo son tus mejores aliados!
No solo se trata de verdad o mentira se trata de calidez y calidad de vida, de salud mental. ¿Estamos locos o qué?
Esteban Rodríguez García es coach, titulado en Gestión Emocional y Mindfulness.
Inmaculada Pulido Alvarado | Domingo, 22 de Diciembre de 2024 a las 11:51:43 horas
Según la RAE , hipérbole es la figura que consiste en aumentar o disminuir exageradamente aquello de que se trata... Por lo tanto tú artículo es muy acertado al prevenirnos de la validez de las noticias. Pero es que vivimos en un mundo donde, como dijo una vez Frida Kahlo, * si actúas como si supieras lo que estas haciendo, puedes hacer lo que quieras*.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder