Un teldense, atrapado en Mayotte tras el devastador ciclón Chido

Francisco Benítez, un joven teldense residente en Mayotte, vive las consecuencias de la devastación provocada por el ciclón Chido, que arrasó este archipiélago francés el pasado domingo. Viviendas destruidas, calles inundadas y un número indeterminado de desaparecidos reflejan el impacto del fenómeno climático, que ha dejado a miles sin recursos básicos.

Francisco, de 35 años y profesor de Español en Mayotte, enfrenta la falta de agua, electricidad y víveres en una isla que lucha por recuperarse. Su amiga Ester Munuera, desde Gran Canaria, ha relatado a La Provincia-DLP la angustia del teldense, quien carga su móvil en casa de una amiga cercana a una estación militar para mantenerse comunicado. "Está bien, pero desesperanzado", dice Munuera, quien aún no sabe cuándo podrá regresar su amigo.

El ciclón ha dejado una destrucción masiva en Mayotte, donde el 90% de las viviendas han quedado inservibles, especialmente en áreas más vulnerables. Francisco tenía previsto volver a Gran Canaria por Navidad, pero el vuelo fue cancelado ante la alerta por el ciclón. Además de la destrucción material, el profesor expresa preocupación por los niños de su colegio, de quienes no ha tenido noticias tras el desastre.

La situación humanitaria en la isla es crítica. Con miles de personas desplazadas y sin acceso a artículos de primera necesidad, se han reportado saqueos en supermercados y se ha decretado un toque de queda nocturno. Mientras tanto, los españoles residentes en Mayotte, entre ellos unos 70 según datos no oficiales, tratan de coordinarse para compartir recursos y mantenerse a salvo.

El Ministerio de Asuntos Exteriores asegura que, aunque la situación es complicada, todos los españoles están bien. Una vez que el aeropuerto recupere la operatividad, podrán ser evacuados a la isla Reunión y desde allí viajar a Europa en vuelos comerciales. Por el momento, se descarta el envío de un avión de rescate.