De Agaete a Guía

Teodoro Sosa tiene poder. Y puede tenerlo aún más. Pero el tablero político lo deciden todos los actores, no uno solo. Y los demás partidos, con mayor o menor claridad en sus intenciones, no quieren que el alcalde de Gáldar de las mayorías históricas, el que ha revolucionado socioeconómicamente el municipio y aledaños, vaya a más. Comenzó 2024 siendo dueño y señor del noroeste mas ahora pierde Agaete como epílogo al año. Una moción de censura que le dará el bastón de mando al PP, tras perder hace poco Guía también. Devolver Sosa el golpe de mano en la zona ya no podrá hacerlo hasta 2027.

Y esto es lo que sucede: los competidores huelen las guerras internas. Las disfrutan. Tanto el PSOE como el PP saben que en función de lo que hagan de aquí a  2027 su propia suerte será una u otra. A CC le da igual pues en Gran Canaria solo iría a aumentar; no tienen nada que perder. Sin embargo, socialistas y populares no le interesa que se expanda CC en la isla, si fuese el caso, o bien aprovechan el debate interno en NC para resituarse. En todo caso, es eso: los demás olfatean los puntos de debilidad y aprovechan la ocasión. Es la política. 

Que todo esto acontezca mientras NC preside el Cabildo de Gran Canaria, es para reflexionar seriamente. A este paso, de divisiones que no cesan, no tiene ningún sentido que NC pase de tres mandatos consecutivos de ser primera fuerza en el gobierno de la isla a atestiguar un horizonte electoral donde todos los sectores pierden. Nadie esperaba esta herencia en 2015. Porque este tipo de pugnas domésticas en las siglas son como la generalidad de los divorcios del común de los mortales: los dos miembros de la pareja se empobrecen con la ruptura del vínculo.

Cuando se desatan espirales en las que los afectados van a ir a menos, donde nadie gana, acaba por sobrevenir el caos. Y entonces el silencio del resto de partidos es la señal de que están contentos con las ganancias futuras posibles que les derive el debate interno en NC. De hecho, ya Guía está en manos del PSOE y Agaete lo pretende el PP, moción de censura en curso. A buen seguro, se sumarán nuevos episodios políticos en esta convulsa Gran Canaria que no serán necesariamente cambios de poder local. Lo lógico es que todas las formaciones se preparen para un 2027 electoral que se otea con otras coordenadas. Y en eso están.