
El PSOE acaba de salir de un congreso federal presto a la renovación de los líderes territoriales donde se tercie. Este es justo su flanco débil: los socialistas no ostentan la representatividad institucional de antaño en las comunidades autónomas y ayuntamientos de capitales de provincia. Sin esa base, una derrota parlamentaria en Madrid podría ser letal para Ferraz. Por eso, quiera o no, a Pedro Sánchez solo le queda aguantar lo máximo posible que dure su legislatura, una vez fuese investido en 2023. Aunque su deseo fuese marcharse, hablando por hablar, y sin obviar su error del receso ‘monclovita’ de recluirse a reflexionar varios días, un líder nunca hace eso públicamente, tiene que quedarse. Debe practicar su manual de resistencia, tenga o no vigor.
Todo esto viene a cuento porque la realidad del presidente del Gobierno es, al tiempo, la del líder de la oposición. Están conectadas. Cada vez que Alberto Núñez Feijóo apela a dimisiones, convocatorias electorales y dar la imagen de interinidad del Gabinete de coalición, aunque la tenga, también va en su contra pues genera unas expectativas ante la opinión pública que no se van a cumplir. El gallego debe mirar a medio y largo plazo. Salvo urgencia o novedad sobrevenida, un llamado cisne negro sociológico, Sánchez proseguirá en La Moncloa. Que repita como candidato o le sustituya María Jesús Montero, por ejemplo, es otro cantar. Mas al PSOE no le interesa, ni por asomo, disolver las Cortes Generales para acudir a la cita con las urnas. Y Feijóo obvia esto.
El problema que tiene el PP es que ni el PNV ni Junts van a respaldar una moción de censura contra Sánchez en la que tendría que estar Vox para triunfar. Los nacionalismos periféricos no van a ir de la mano de la extrema derecha y el nacionalismo español. Preferirán siempre la letanía de la fragilidad presente. Incluso, tienen más donde rascar con un Sánchez que con Sumar no posee mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados que entregarle el poder a Feijóo para que este luego convoque elecciones y, entonces sí, pueda salir reforzado.
No es ciclo para certidumbres. Y esto genera una natural frustración en las siglas sistémicas (PSOE y PP) pero es lo que hay. Negarlo forja errores en su contra. Feijóo en lo inmediato pierde. Sánchez está atado a proseguir. No hay alternativa parlamentaria a favor del PP. Y el PSOE no dispone de los otrora enclaves territoriales. Es una precariedad mutua.
Marejadas | Domingo, 08 de Diciembre de 2024 a las 12:42:45 horas
Cómo le va interesa una moción se sensura al PNV ni tampoco a Junts , si acaso. Le esta sacando lo que no hay escrito y éstos le dará todos para seguir gobernando, debería ver elecciones y qué el pueblo elija
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