Ancha es Castilla

¿De qué vale ser el más votado si luego no gobiernas? Es una pregunta recurrente, cada vez más, que se realizan los distintos partidos, ya sea en un sitio u otro. Hay victorias amargas y dulces derrotas, como sentenció Felipe González en 1996 cuando José María Aznar logró vencer por primera vez. En Canarias ocurre otro tanto, no es solo Alberto Núñez Feijóo en el verano de 2023, cuando en 2007 Juan Fernando López Aguilar ganó de goleada pero sin efectos prácticos y en 2023 Ángel Víctor Torres revalidó ser el más votado pero fue desalojado del poder. Son las reglas del sistema parlamentario.

En Santa Cruz de Tenerife acontece algo similar. El portal Electomanía dio a conocer un sondeo difundido por Celeste Tel en el que dibuja en el consistorio el siguiente reparto de concejales: PSOE, 9; CC, 9; PP, 7 y Vox, 2. El PSOE sería primera fuerza con un 28,8% de los votos, seguido de CC con un 28,5%. Pero de nada les vale a los socialistas. José Manuel Bermúdez seguiría como alcalde sin problema, de forma holgada.

Es más, tendría la capacidad de supeditar al PSOE como socio segundo por aquello de tocar poder en 2027 o estar al tiempo en el Cabildo de Tenerife o en el Gobierno de Canarias. A veces, más que los resultados en sí es igual o más importante detectar en qué campo juegas. Y CC está en condiciones de revalidar su predominancia en Tenerife a la vez que se refuerza en el sistema de partidos en Canarias. Aunque no sea el más votado. Ahora se entiende mejor por qué se afanaron terceros durante el pacto de las Flores en debilitar a los socios de Torres. Es la teoría del dominó. Sin flanco izquierdo al que agarrarse el aruquense, lo demás vendría rodado. Y así ha sido.

En Tenerife el PSOE, con este sondeo en mano, tendría que ceñirse a La Laguna y los enclaves municipales afines. Ser la más votada en Santa Cruz de Tenerife, sea Patricia Hernández la cabeza de cartel o quien le toque, no es poca cosa. Tiene valor. Pero no es suficiente. Bermúdez tiene aliados donde elegir. Y, de momento, se antoja natural que CC y PP sigan yendo de la mano en Tenerife. La reciente moción de censura en el Puerto de la Cruz fue tan solo un anticipo.