Al pie del cañón

Telde se prepara para vivir la Navidad. Y hay un punto esencial, junto a las luces (¿y quizá camellos?) en la plaza de San Juan, que es el belén en San Gregorio. Un montaje que acaba de comenzar y que tiene que estar listo para el 5 de diciembre, día de la inauguración. En todo esto tiene mucho que ver Juan Martel que es, ni más ni menos, que teniente alcalde y concejal de Cultural, Patrimonio Histórico, Turismo y Servicios Municipales. Vamos, una especie de ministro con varias carteras pero en la ciudad de los faycanes. Pero hay más.

Martel controla zonas altas de Telde, electoralmente hablando. Tiene una larga trayectoria en primera línea pública. Pero ostenta, además, la capacidad de decantar los pactos. Es algo similar a lo que supone Casimiro Curbelo en el ámbito autonómico. En Telde, que no hay mayorías absolutas desde la época de Francisco Santiago, los posibles municipales sea a izquierda o derecha pasan en buena medida por lo que decida Martel. Él hace bascular a un lado u otro cada mandato. Difícilmente puede articularse una alianza gubernamental sin contar con él. Y eso es magia institucional. 

El belén en San Gregorio aviva la zona comercial. Le da color a la avenida de la Constitución como punto final de un paseo jalonado por locales y negocios en las dos orillas. Por eso es importante que el nacimiento sea un éxito. Que congregue la expectación de niños y mayores para unas semanas muy especiales. Y lo mejor es que el belén en la plaza de Los Llanos es canario, recrea la vida rural. Una forma hábil de inculcar a los más pequeños el amor por nuestras postales identitarias. Algo tan necesario cuando impera las marcas estadounidenses de refrescos, pongamos por caso, y las multinacionales de toda laya que espolean la sociedad de consumo. La Navidad no puede ser una orgía fiestera de derroche que ensalza a los que tienen dinero y obvia a los que no.

En fin, que de aquí a 2027 Martel seguirá con mando en plaza. Y después de las siguientes elecciones lo hará haciendo. Por eso es cortejado por CC, NC y cualquier sigla que quiera hacer algo relevante en el municipio. Lo que él aporta pesa en el salón de plenos de las casas consistoriales en San Juan. De momento, quedémonos con la alegría navideña, que ya se husmea.