Pablo Rodríguez sabe que en la GC-1, a la altura de La Mareta, en Telde, concurre (de largo) uno de los puntos más conflictivos de tráfico rodado en Gran Canaria. Siempre lo fue pero desde hace un tiempo aún más, quizá después de la pandemia y el confinamiento se recrudeció. Pero tal es así que en la capital más de uno ya se ha dado cuenta que ir al aeropuerto hoy exige salir de casa con más tiempo, por no mentar el agobio diario que padecen los conductores de la isla al pasar por aquí a ciertas horas. Una sensación de presión, de estar en máxima alerta al conducir. Nada saludable. Desata nervios. Insano.
El consejero de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad es el primero en avalar que la salida siempre será apostar por el transporte público, ya sea guaguas o tren. Pero esta problemática concreta exige, a juicio de Rodríguez, una respuesta transitoria. A saber, ampliar de tres a cuatro carriles la G
C-1 entre La Estrella y Bocabarranco. Justo en La Estrella hasta hace unas décadas, imperaban los cultivos e invernaderos en la zona. El desarrollismo ha ido demasiado lejos en esta tierra.
Aunque volvamos al presente: Rodríguez ha anunciado que la licitación está prevista para 2025. Tiene que asegurar que esto generará los menos incordios posibles para los que viven en la ciudad de los faycanes. Los que van y vienen, los que están de paso, en mero tránsito, seguramente la obra no la notarán. El problema residirá para los que traten de incorporarse a la GC-1 desde Telde que son, también, los de Valsequillo. En este municipio de las medianías está el Cabildo de Gran Canaria, por su parte, mejorando la carretera que lo conecta con Telde. Así que las obras, para bien, se expanden.
Rodríguez es uno de los dirigentes principales de CC. Y en Telde está proyectándose una pugna electoral interesante de cara a 2027. Pase lo que pase con las marcas nacionalistas canarias de aquí a entonces. El consejero instaurará los cuatro carriles para aliviar el tráfico. Prueben en Navidad a circular por la GC-1, junto a los centros comerciales de La Mareta. Un ejercicio de estrés mayúsculo para los conductores. La potencialidad del transporte público en Gran Canaria requiere medidas de mayor calado, y aquí sobrevuela nuevamente la cuestión del tren. Por no mencionar el otro gran problema que nadie quiere invocar: la superpoblación. O se detiene o nos consumirá.

























Usuario | Sábado, 23 de Noviembre de 2024 a las 19:59:37 horas
Y los que vivimos en el campo que transporte tienen pensado? Si salir de trabajar del sur y llegar a Telde es un callejón sin salida.... Llegando tarde a recoger a nuestros niños por no decir de esas largas colas que nos dejan dormidos al volante....
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