¿Tiene sentido estar en la red social X? Es la antigua Twitter. Y es propiedad de Elon Musk. De hecho, él cambió su denominación desde que se hizo con su propiedad. Musk es poderoso, muy poderoso, tanto que Donald Trump lo necesitó para su campaña y ahora él cuenta con Musk para la gestión política. Vamos, que el dueño de X se pasa a la primera línea política al tiempo que seguirá controlando la instantaneidad de la comunicación amén de todo lo que pase en X. No hay medio hoy por hoy que disponga de la potencialidad de esta red social. Sin embargo, algunas cosas están cambiando o, cuando menos, comienzan a hacerlo en el universo del periodismo.
El diario británico ‘The Guardian’, cuya línea editorial es cercana al laborismo, que actualmente gobierna, y el diario ‘La Vanguardia’, proclive a la burguesía catalanista no rupturista con España, anuncian que desconectan de X, que no van a compartir sus noticias por este canal. Puede ser un p
unto de inflexión muy valioso. Y es precisamente algo que distingue a un rotativo con respecto a la red social, su rol es distinto: ya no atesora el mismo eco monetario, pero sí la capacidad de giros intelectuales que ordenen a la sociedad.
Vaya por delante que la entonces Twitter, como otros soportes, abrieron ventanas de comunicación que la ausencia de pluralismo en el sector mediático impedía. Y es de agradecer. Pero que luego estos iban a ser los que santificasen el periodismo en su grandeza resulta una patraña como aquella otra que dijo en su día que internet iba a ser un ágora democratizador. No es el caso. Son muchas las ventajas pero conlleva sus riesgos.
Musk apoya postulados de dirigentes de la ultraderecha, posautoritarios. Se ha volcado con Trump. El mismo que jaleó el asalto al Capitolio en enero de 2020. Y en 2025 Musk formará parte de la Administración Trump. Ahora dispondrá de lo que le faltaba: al poder de su algoritmo que suministra los contenidos en X se unirá su rúbrica gubernamental. Ciertamente, da pavor que ambos estén al mando de la primera potencia del mundo. Los dos magnates, al margen de sus cargos, se influirán mutuamente y decidirán cuestiones importantes que afectará a la comunidad internacional, o lo que queda de ella. Este Trump no será el de su primer mandato. Apunta peligro. Más periodismo, por favor.


























Serafin | Viernes, 15 de Noviembre de 2024 a las 09:07:09 horas
Como la izquierda ya no puede controlar las redes (recordemos que twiter canceló la cuenta de Trump mientras mantenía las de Otegui, Maduro y miles de yihadistas entre otros), ahora hacen pucheritos y se van porque no les gusta que les rebatan su relato sectario y les afloren sus vergüenzas. Cierren al salir!
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