No se puede desligar el ‘trumpismo’ y su triunfo electoral en Estados Unidos del proceso creciente de desinformación. Un fenómeno de escala mundial pero cuyos efectos son iguales o similares. El negacionismo, las teorías de la conspiración, el cuestionamiento de los medios de comunicación… toda una retahíla que socava poco a poco a las democracias representativas. Detrás de la furibunda querencia antipolítica está el ánimo destructor de la democracia. Y eso es, nada más y nada menos, lo que está en juego: las libertades y derechos individuales y colectivos al amparo del Estado de Derecho.
Sin periodismo, sin medios de comunicación solventes, financiera como intelectualmente, la democracia es una carcasa. Si atacas, por tanto, a los medios en sus diversos soportes lo estás haciendo, a la par, al ágora que compartimos. Por eso los bulos y la desinformación en su conjunto son las armas de destrucción masiva, no como las de Irak que nos vendió la Administración Bush, Tony Blair y José María Aznar. El problema está en que combatirlo no es tarea sencilla. Es como hacerle frente a una inundación sin saber cómo atajarla. La credibilidad del periodismo tratan de mancillarla en la esfera cibernética con una depredación sin parangón.
Ahora tendremos a un presidente de los Estados Unidos que miente por doquier. Que usa las redes sociales a su antojo sin miramiento institucional alguno o respeto al periodismo en sí. Y son cuatro años por delante en los que hará y deshará desde su púlpito digital como considere conveniente. Y solo los medios podrán detenerle. La pugna entre Donald Trump y el periodismo es, en gran medida, la de la democracia. ¿Quién ganará? El primer mandato lo conocemos y él era principiante en la Casa Blanca. En 2025 vendrá aprendido de los errores pasados.
Cuando la pandemia muchos criticaron las vacunas, su necesidad y eficacia. Este pacato proceder se expandió como un virus social que, encima, no pocos responsables políticos alimentaron. Si se extiende ‘per se’ los bulos, la mentira y el desprestigio, ¿qué nos quedará? No habrá que esperar mucho tiempo en cuanto que este segundo mandato del republicano será movido dentro y fuera de las fronteras de Estados Unidos. Si ya antes lo que ocurría allí nos afectaba a todos, cómo será en el presente en el que la instantaneidad reina sin límites. Es irreversible. Pero sin personajes como Trump sería mucho más llevadero. Nada merece laminar la democracia.
El Pueblo | Jueves, 07 de Noviembre de 2024 a las 09:24:21 horas
Y vuelta a la carga el pseudo periodismo, y los medios de difusión informativa oficialistas sin ninguna decencia profesional ni humana (salvo excepciones), que niegan cualquier debate o entrevista públicos con expertos que no comulguen con el argumentario subvencionado y corrompido ¿Dónde está y estuvo el debate abierto con expertos disidentes? Médicos, periodistas auténticos, climatólogos, biólogos, y un sin fin de conocedores de los distintos campos profesionales, a los cuales se les ningunea por el solo hecho de cuestionar las corrompidas lineas oficiales argumentales. Se les chafó el argumetario asesino del covid y ahora apuestan por el climatológico, a pesar de haber miles de científicos e infinidad de datos que lo des **** nan de forma aplastante. Que nadie les haga perder el enfoque de fondo de todo el entramado zombificador, que no es otro que llevar a un mundo de CONTROL y OBEDIENCIA. Pero es tiempo de cosecha, y toda la porquería saldrá a flote, separando el grano de la paja.
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