Enrique Perera mantiene la tradición de la carpintería familiar con la esperanza de las nuevas generaciones

Siguiendo los pasos de su padre y su tío, Enrique Perera ha logrado mantener el legado de la carpintería tradicional en Jinámar. Ubicada en la calle Santa Teresa de Jesús, número 20, esta carpintería tiene una historia que se remonta a los años 60, cuando los hermanos Enrique y Francisco Perera se apasionaron por el oficio. En aquella época, la guagua y la bicicleta eran los medios para llegar a casa de los clientes, y la pasión por este trabajo llevó a los hermanos a montar primero una pequeña carpintería en la casa de su abuela, luego en un local de su madre, y finalmente en el taller que hoy gestiona Enrique Perera Rodríguez.

Enrique, rodeado de maderas y herramientas, cuenta con orgullo que creció junto a este oficio, aprendiendo de su padre desde una edad temprana. "Yo no tuve la infancia de jugar, sino la de hacer cosas para ayudar en la carpintería, algo que mi padre hizo para darme un futuro y le agradeceré eternamente", comenta emocionado al periódico La Provinca-DLP. Hoy, tras años de esfuerzo, Enrique mantiene la clientela de su padre y su tío, y ha sumado nuevos clientes gracias a su dedicación y habilidades.

El sueño de Enrique es que la nueva generación continúe con la carpintería, y ve en su hijo Nauzet Perera al candidato ideal para seguir el legado familiar. "Nau tiene más cualidades que yo", dice Enrique, señalando que su hijo ha recibido formación que le ha permitido innovar en el oficio. Además, la nieta de Enrique, Laia, y su sobrino más pequeño podrían también mantener viva esta tradición en el futuro.

Enrique recuerda con cariño los consejos de su padre, como dedicarse más a los trabajos pequeños que a los grandes: "Con el tiempo me di cuenta de la razón que tenía y ese consejo se lo he transmitido yo a mi hijo Nau". La familia Perera ha dejado un legado que perdura, y Enrique está seguro de que su padre, desde alguna estrella, se sentiría orgulloso del camino recorrido y de la herencia que se mantiene viva.