Statistiche web
El tiempo - Tutiempo.net
695 692 764

Miércoles, 01 de Octubre de 2025

Actualizada Miércoles, 01 de Octubre de 2025 a las 07:37:26 horas

Prmera plana

La crisis de la prensa

Columna de Rafael Álvarez Gil

RAFAEL ÁLVAREZ GIL Domingo, 27 de Octubre de 2024 Tiempo de lectura: Actualizada Domingo, 27 de Octubre de 2024 a las 07:25:19 horas

En el mundo anglosajón es común que las cabeceras pidan abiertamente el voto para un candidato. Sin embargo, esta vez en Estados Unidos no lo hará ‘The Washington Post’. Y romperá justo la tónica al calor de unas elecciones transcendentales, de las que dirimen (casi) el universo democrático frente al posautoritario. A saber, Donald Trump o la cabeza de cartel demócrata, Kamala Harris. Dicho de otra forma, no son unos comicios presidenciales clásico a optar entre un político republicano y otro demócrata. Trump no es un líder al uso sino que responde al populismo que invade desde hace una década el espacio público. Es más, podríamos apelar al neofascismo cuando, no olvidemos, asistimos al asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, un autogolpe de Estado o similar en la primera potencia del mundo. Inaudito.

 

Este periódico y otros no dicen ya si votar a Trump o a Harris porque no quieren enemistarse con Trump. Es decir,[Img #1017475] si estuviéramos ante unos comicios al estilo de los de décadas atrás, ‘The Washington Post’ no hubiese dejado de decir a quién votar. Ha hecho esto porque precisamente es Trump y, por ende, subyace la crisis de la prensa que es, a la vez, la de la democracia. Y no es solo un tema de salud financiera que determina la propia independencia del medio de comunicación, es que su influencia no es la de antaño y, si acaso, puedes tener las cuentas saneadas pero no ostentar la capacidad de modular el debate público cuando están las redes sociales y prima la instantaneidad.

 

Sin periódicos, no hay democracia. O no la hay tal como la hemos entendido. Un periódico ordena la sociedad, explica lo que ocurre desde un punto editorial (ideológico) determinado. Cuando los periódicos dejan de ser prescriptores de opinión, campa la banalidad. No editorializan, renuncian a estructurar a la sociedad. Y es un mal síntoma para la democracia.

 

Si un rotativo en el ámbito de la opinión trata de ser un peluche permanente, no está cometiendo su misión. Podrá salvar las cuentas, puede, pero no es un periódico. Ya es otra cosa. Es marketing. No es periodismo. Y sin medios de comunicación, de verdad, que editorialicen, que opinen, sino hipotecados a un bajo perfil, se carcome la democracia representativa. Iremos a otra dimensión. Ya augurada en el espacio digital donde cada teléfono móvil y perfil en las redes sociales han finiquitado la intermediación. Otro ritmo, otras reglas.

Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.49

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.