Patético

Hubo una época en la edad media en la Europa occidental, donde los reyes tenían el derecho de pernada. Si el rey quería, la chica que se casaba se veía obligada a pasar la primera noche con el rey. Esta norma fue abolida por el rey Fernando el Católico. Todo parecía normal, era lo establecido y el pueblo pensaba que era un honor que la chica fuera elegida.

Muchas veces nos hacemos a la idea que todo lo que ocurre en nuestro país sigue una lógica. Todo nos conduce a ver como normal todo lo que hoy está ocurriendo; una agobiante corrupción que se destapa día a día sin que exista una explicación lógica. Sólo oímos que la culpa es del otro para obviar una explicación de lo que pasa. Una compra descarada con nuestro dinero para conseguir votos que les permitan mantener el sillón y el de los suyos, con una evidente desigualdad de trato entre los españoles. Ahora los hay de primera; catalanes y vascos que les mantienen en el poder, de segunda; las pocas comunidades de su partido y algunas otras para no perder muchos votos, y de tercera; los canarios, que además de estar muy lejos apenas tienen un representante en el parlamento que hable por ellos. Es patético. Y lo más sofocante es oír a ese coro de gallinas del gobierno cantando al unísono la partitura de Moncloa día tras día.

Es duro comprobar cómo a estas alturas de la legislatura, en cualquier país en democracia ya se hubiera convocado elecciones, como por ejemplo en Portugal. Si nos paramos a pensar lo que hoy está pasando en Canarias con la llegada de pateras todos los días, donde no hay calle por la que circules en Las Palmas de Gran Canarias o en Telde que no veas grupos de subsaharianos o lo que es peor de gente procedente de Marruecos muchos más conflictivos por nuestras calles sin tener nada que hacer.

Yo siempre he pensado en el carácter de colonia a las que nos tiene sometidos este país, al cual sin duda queremos, pero este olvido al que estamos sometidos me parece que requiere una reflexión seria, teniendo una frontera clara de más de mil quilómetros de agua (que no tienen los catalanes). Tal vez no hemos sabido transmitir a nuestros hijos el valor de este paraíso de en el que vivimos. Comparado con cualquier país de Europa, y pongo como ejemplo Dinamarca, donde la gente abandonaba sus puestos de trabajo para sentarse en el parque porque ha salido un ratito el sol. Ahí comprobamos que no valoramos lo que tenemos.

Hace unos días vi como hablaba en el parlamento la diputada de CC, y sin quitarle mérito, me pareció patético ver el fervor con el que defendía la forma en que enfocamos la acogida de los emigrantes que llegan a nuestras costas como un asunto prioritario, “cueste lo que cueste” dijo. Anteponiéndolo a los problemas actuales de pobreza que hoy vemos en nuestras calles donde encontramos mendigos, gente durmiendo en portales y una enorme escasez de viviendas sociales, a la que no se le da respuestas. Creo que hubiera sido mejor argumento proponer que si no se toman medidas, hacer lo que en su día hizo José Manuel Soria; coger un avión y llevarlos a la península, y que ellos decidan. Asunto que ocurrió y que nadie en Canarias se atrevió a cuestionar.

Entre el compromiso que tiene este trilero de presidente con Marruecos y la avalancha de cayucos que está permitiendo este gobierno (problema que en otros países han ido resolviendo, tomando medidas contra las mafias y control de fronteras,) que no nos vaya a pasar como al rey Boabdil cuando su madre le dijo al abandonar Granada y las tierras de Andalucía; llora como un niño lo que no has sabido defender como un hombre.

Claudio Ojeda González es actualmente asesor del PP en el Ayuntamiento de Telde.