Un Koldo para Clavijo

Estamos ante un informe de cerca de 300 folios elaborado por la Guardia Civil analizando todas las conversaciones, en el que salen decenas y decenas de personas (ministros, secretarios de Estado, tres presidentes de Gobiernos autonómicos…), y al finalizar, sin embargo, no señala a Ángel Víctor Torres. Las consideraciones lo que terminan diciendo es que se investigue a José Luis Ábalos y que se pregunte si es aforado o no, cómo procede por el poder judicial acorde a Derecho. El juez se ha ceñido a hacer lo que ha indicado la Guardia Civil.

No se ha encontrado nada punible ni delictivo con respecto a Torres. Este, por su parte, reafirma que es capaz de demostrar que lo que dijo en el Congreso de los Diputados es veraz y se corresponde con la realidad. El disparate hoy por hoy se erige en que el PP antes de que saliese este atestado pedía la dimisión del aruquense porque había hablado con Koldo, ¿y quién no hablaba con Koldo siendo el número dos del secretario de Organización del PSOE y también ministro? Lo hicieron todos desde los distintos Gobiernos autonómicos e instituciones en general. Con o sin contexto de pandemia y confinamiento. Y como con esto no le valió al PP, pega un giro para forzar contaminar al ministro canario. 

Así las cosas, a Fernando Clavijo le es igual cómo acabe la trama en torno a Ábalos. Es más, intuirá que a Torres jurídicamente no se le puede atrapar. Pero su finalidad es otra: mantener viva la llama confabuladora en aras de mantener la apariencia del fango que lo salpique. Y, de este modo, afianzarse en 2027 para una tercera legislatura del lagunero debilitando al PSOE y evitando una suma de la aritmética parlamentaria que reedite el Pacto de las Flores.

Para empezar, Koldo para Clavijo (a efectos del debate ceñido a las islas) es un trampantojo que pueda hacer olvidar su traición al pueblo saharaui perpetrada la semana pasada. Particularmente un plato ingrato a tragar para el sector de CC en Fuerteventura; su público, el de Asamblea Majorera, no lo entiende. Otra cosa es que la contestación interna sea escasa o nula, no son los partidos de antaño. El marco político es otro. Nada que ver con el de hace menos de una década. Y la necesidad de infundir artificios es mayor. Algunos mandan expandir a Koldo por toda España, sea o no pertinente.