Cambio de táctica

La distancia del PP (34,6%) con respecto al PSOE (29,7%) aumenta. Es lo que arroja la última encuesta de 40dB que publicó ayer ‘EL País’. Ahora se entiende mejor el giro discursivo de Alberto Núñez Feijóo a favor del modelo social. Deja lo territorial para centrarse (en un doble sentido) en lo social. Si el PP es la cara amable de la derecha, tiene mucho más que ganar. Y, de momento, los sondeos lo atestiguan. Han entendido el mensaje, como diría Felipe González en 1993 la noche electoral cuando ganó ya por mayoría simple y no por absoluta. Si Vox y SALF son los malos de la película, que lo son, pues encarnan a las ultraderechas, y el PP es el partido de Estado que aglutina el voto y no espanta a las clases medias, pues el gallego lo tiene en bandeja.

Sí, hay legislatura para rato. Pero, a diferencia de lo que se creía, Cataluña no lo será todo en la agenda; con permiso, obviamente, de la financiación autonómica. El tema catalán no da para más, como tampoco lo hizo en 2004 y 2008 para Mariano Rajoy. Este ganó en 2011 por la crisis económica, no por Cataluña. En el presente la economía va bien y los índices de empleo otro tanto. Feijóo quiere moderarse. 

Si a esto le añadimos que Sumar pierde la mitad de los respaldos que tuvo en 2023, pues en Ferraz saltan las alarmas. Nunca tuvo sentido el orillar a Unidas Podemos para aupar a Yolanda Díaz como un átomo que diezmase a la izquierda. Quizá el PSOE lo ha entendido tarde. ¿Con qué pegamento enlazas hoy a Díaz con las dirigentes y cuadros de Unidas Podemos? ¿Cómo se recompone ese puzle? Para Pedro Sánchez es vital hacerlo con éxito. Otra cosa es que aún pueda.

Ayer el sondeo que arrojó ‘El País’ tuvo que inquietar en La Moncloa. Queda legislatura por desarrollar, pero no de cualquier manera. Puede que esta suspensión en el tiempo hasta 2027, a pesar de encuestas como esta que dicen lo que dicen, sea la principal arma que tenga Sánchez. A saber, que son tantos años que, con la misma, Feijóo se queme en el camino. Pero si el gallego es el centro, si lo representa, no solo se aleja de Vox y SALF (con o sin verdad) sino que desactiva el arma cardinal del PSOE. Veremos.