
En Valsequillo, se ha generado una polémica tras la decisión de la Parroquia de San Miguel Arcángel de que las imágenes de San Miguel y la Virgen de Fátima vuelvan a procesionar este año en tronos de ruedas, una medida que pone fin al trabajo de los costaleros que desde 2017 han llevado las imágenes a hombros.
El grupo de costaleros, que nació con la ilusión de mantener esta tradición, ha emitido un comunicado en el que anuncian su despedida definitiva, lamentando que ya no volverán a cargar a sus titulares en futuras salidas procesionales. En su mensaje expresan su profundo agradecimiento al pueblo de Valsequillo y a los fieles por el apoyo recibido durante estos años.
Según afirman los vecinos, la decisión sobre la imagen de San Miguel se debe al deterioro de la escultura. Sin embargo, en el caso de la Virgen de Fátima, no hay justificación aparente, ya que es una imagen de pasta de madera que no ha sufrido ningún tipo de deterioro. Este hecho ha generado mayor desconcierto entre los fieles.
Este cambio ha suscitado diversas reacciones en la comunidad, con opiniones divididas entre quienes lamentan la decisión y quienes comprenden la necesidad de regresar al formato anterior.
























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