¡Todo salió como estaba previsto, un acto entrañable y con nuevos amigos y amigas de Massachusset y otros estados de EEUU, buena gente, comprometida con la Cultura en muchas de sus propuestas y ramificaciones!
Alan Smith estuvo impecable, al tanto siempre de mis lecturas y traduciendo al inglés en formato teatral y rapsoda único : el mejor maestro de ceremonias, amigo generoso y cómplice.
Me traje a la Little Crêpe Café de Cambridge una mascota, un canario de goma que presenté como mi "canario sin jaula", una metáfora de lo que deseo para todo el mundo: Libertad, Igualdad, Fraternidad. Me sentí protegido por Malcolm X, Martín Luther King...que aparecían en unos carteles detrás de mi amigo Alan y yo, la mejor compañía para contar tus buenas intenciones.
Al mostrar Madres y explicar el profundo sentimiento que llevó a escribir un libro sobre nuestras doce madres canarias, sentí la ternura y complicidad del atento público asistente. Mary, una señora mayor, que pertenece a un club de poesía de Boston, me acarició la cara como una madre y compró un ejemplar. Michael Macarthy y Philp Noewo, estudiante universitario de español y profesor procedente de Kansas City, se comprometieron, por propia iniciativa, a traducir Madres al inglés y trabajar mis relatos de Elogio de lo invisible con alumnos de español de la Universidad de Boston.
Con el poeta ruso de Moldavia Philip Nicolsyev realicé el usual intercambio de libros entre colegas. El poeta ruso acaba de publicar en español su libro Un poeta desde el balcón.
Mi canarito sin jaula se portó muy bien toda la noche. Se le veía feliz al pequeño juglar amarillo, consciente de que estaba en presencia de nuevos amigos, como la actriz Amanda y Robert Silveira y su hijo, que vinieron de un pueblo situado entre Amherst ( el pueblo de Emily Dickinson) y Boston, todo un detalle.
Vino la noche como un cuento poblado de luces reales e imaginarias. En la terraza de un restaurante de Cambridge celebramos, con refrescantes cervezas y un delicioso picoteo, el poder seguir abriendo el círculo solidario y las puertas de las jaulas que nos aprisionan. De vuelta a casa nos siguió un relato corto, muy parecido a un otoño de hojas- palabras que no cesan. El canario no paró de cantar.
Juan Carlos de Sancho escritor y dibujante afincado en Telde.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.130