Como Asterix y Obélix, y toda la familia de la aldea, se presta Nueva Canarias a encarar el futuro de aquí a 2027. No será fácil. Pero nunca lo ha sido. NC es un partido artesanal, como lo fueron las siglas previas que le antecedieron desde la Transición. Una formación de cultura militante, como la de aquellos círculos que repartían pasquines de cristianismo social en Casa Pastores (Santa Lucía de Tirajana). De esa experiencia, y similares, todas defendiendo la justicia social y denunciando el caciquismo, bebe la izquierda canaria. Y esa es, al tiempo, su fortaleza. Que a diferencia de otros partidos estatales que suben y bajan al calor de los medios de comunicación, NC resiste porque está enraizada a su tierra y su gente. Es más, por no tener no es que tenga medios tradicionales editorialmente en contra, es que más bien padece la soledad mediática. Y eso se neutraliza con garra y convicción ideológica. Y una repensada en la política de comunicación.
Cuando una crisis interna sacude a cualquier partido, siempre hay un instante en el que se precipitan los acontecimientos y obliga a ordenarlo todo, a profundizar en las respuestas cuanto antes. Aunque sea por la sencilla razón de que no hay organización que aguante un conflicto interno de manera continuada y narrada ante la opinión pública. Dicho de otra manera, lo insostenible no puede ser eternamente insostenible. Y parece que, al calor de la moción de censura en Guía, ese momento ha llegado.
Aún es pronto para atestiguar andanzas y desventuras próximas. No nos podemos adelantar al transcurso del tiempo. Sin embargo, está claro que NC aspira a representar a la izquierda canaria. Y de ahí no se va a mover. Ni para ser franquicia en Gran Canaria de ATI, ni para entenderse con una CC que incluso poco tiene que ver con la década de los años noventa, la que conoció Pedro Lezcano, Fernando Redondo, Antonio Sanjuán, Oswaldo Brito, José Mendoza, Antonio González Viéitez y compañía. También algunos destacados dirigentes hoy de NC. Si CC fuese algo más de la mitad de lo que representa en el modelo social el PNV, pues quizá se podría meditar. Pero CC es más una UPN (foralismo navarro) que el PNV.
Solo teniendo nitidez en el proyecto, se puede luego lograr aciertos electorales y, por ende, institucionales. De aquí a 2027, subrayo, no será nada sencilla la senda que le espera a NC. Pero con unidad y cultura militante, la renovación y contar con la experiencia coral (nadie sobra) será la receta para resistir las embestidas partidistas y mediáticas que asolan a NC. Y malo será que no supere la prueba, otra más de tantas en décadas, cuando ostenta la Presidencia del Cabildo de Gran Canaria y diversos ayuntamientos. Bregar, toca.
Aguatona | Sábado, 07 de Septiembre de 2024 a las 10:13:50 horas
Rafael me fastidia que en tus articulos de vez en cuando tu escoramiento y fanatismo a N.C. te estropea lo que podría ser un articulo a leer. ¿que NC padece soledad mediatica? dí que sus mentores mediaticos (C7, Canarias ahora....) ya no pueden con la realidad critica existente y obviada por sus "dueños". Yo lo de ATI, es una deformación informativa que no ayuda al lector a tener una visión fresca y actualizada de la realidad politica de Canarias y por último, menos dramas, nadie asola a NC, esto de las guerrillas politicas cuando se están entre talleres, han existido , existen y existirán siempre , está en el manual de la renovaciones ó morir. Seguiremos atento .
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