Conversaciones imposibles. X versus Twiter

Progresivamente y a medida que se adentraba la noche, las luces de neón iban brillando en esa progresiva oscuridad, en el paisaje, se divisaba una suerte de anuncios luminosos que llamaban mi atención, entre todos uno, estaba al fondo, casi imperceptible al principio. A medida que me acercaba distinguía su silueta. Comprendí que era su guarida, su Sancta Sanctorum, una especie de templo donde se cobijaba después de transitar desde Twitter a X. Rápidamente al comprobar que me acercaba, X muestra todo su brillo y me interpela para que me pare, una vez que lo hago, me dice; antes de entrar mejor que hablemos un poco, ¡de acuerdo le digo!

X antes twitter, fuimos creados como un saco de contenidos, una plataforma para permitir a los usuarios compartir mensajes cortos, primero de 140 caracteres y luego se amplió hasta los 280 caracteres. Su dueño actual, pretende que se convierta en una herramienta integral que los usuarios puedan utilizar para casi todas las actividades digitales, desde la comunicación y el entretenimiento hasta las finanzas y el comercio. Esta revolución en la interactuación nos está llevando y eso es lo que pretende, es que nuestra vida digital se centre en una sola plataforma, su plataforma.

Lejos de alcanzar la moderación en sus acciones, la plataforma ha experimentado cambios significativos en sus políticas de moderación de contenido, con un enfoque en la libertad de expresión, generando controversias, pues se da rienda suelta, según su dueño, a todos los mensajes que libremente deben circular, obviando por ello, los discursos de odio, racismo y xenofobia que han proliferado últimamente con un manejo descarado de la plataforma y esos excesos verbales, no hay nada mas que oír la entrevista que hizo el dueño de X a Trump.

Los cambios en los algoritmos de recomendación y el enfoque en la personalización han resultado en que los usuarios se vean más expuestos a contenido extremista o de odio si interactúan con este tipo de publicaciones, creando "burbujas" de contenido radicalizado. Además las políticas de uso de "X" se han vuelto más ambiguas, lo que dificulta la identificación y sanción de comportamientos que fomentan el odio. Esto ha creado un entorno donde los discursos dañinos pueden proliferar sin enfrentar consecuencias inmediatas. Investigaciones han mostrado que los usuarios que siguen cuentas extremistas tienden a recibir más contenido racista y discriminatorio, lo que contribuye a un ambiente tóxico. Este fenómeno se ve reflejado en la estabilidad del odio en la plataforma, donde se estima que hay mas de diez mil tuist diarios que contienen discursos de odio tan solo en España.

Las luces de X siguen brillando, aportando a la noche esos destellos lumínicos de grandes urbes, creando esa magia de ensoñación para continuar con su relato; uno de los problemas fundamentales, es que muchos usuarios que vienen por aquí, tienden a compartir información que coincide con sus creencias preexistentes, lo que facilita la propagación de noticias falsas. Esto se convierte en un ciclo donde la desinformación se multiplica, ya que los usuarios son más propensos a interactuar con contenidos que provocan emociones fuertes.

Cada noche, escucho las lamentaciones de mucha gente que han establecido, a través de esta plataforma, una red de contactos y el seguimiento de temas o personas tóxicas para su interés, pero incapaces de evitar esa influencia negativa. La difusión de desinformación manipula la percepción de nuestro entorno y cuando nos damos cuenta es tarde para salir de esa espiral que erosiona los cimientos de nuestra democracia, dicho esto X se apagó.

Gregorio Viera Vega fue concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Telde.