¿Usted se ha vuelto loco?

Amigos lectores-as, seguro estoy de que la frase del título la hemos recibido más de una vez por algún motivo en casa o fuera de casa, y también no dudo que alguna vez se la hemos dicho a alguien.

Pues sí, esa frase me la dijo un muchacho cuando una vez le pregunté: “Oye, ¿te gustaría ser sacerdote?”

Hombre, comprendo que la pregunta es fuerte para un “pollo” de 16 años que empieza a soñar muchas cosas sobre su Futuro, pero permítanme decirles que sentir hoy la Vocación al sacerdocio es algo grande, es casi un milagro que, cuando leo el Evangelio, veo que Jesús fue llamando a personas a que le siguieran, y de verdad que tuvo seguidores muy buenos, aunque Judas le salió algo rana. Todavía recuerdo ver en mi niñez que en algunos lugares de construcción había carteles que decían así: “Se necesitan Obreros.” 

Pues sinceramente esto me lleva a recordar aquella vez que, estando yo en los Salesianos, oía las “Buenas noches” que daba el Director D. Andrés Yung Encina y que allí yo sentí como una llamada de Dios que fue como el principio de mi vocación que me llevó a entrar a mis 12 años en el Seminario.  Luego, ya sacerdote, estuve 4 años en los Sagrados Corazones  de Schamán  y de allí estuve 2 años en Bruselas junto con el compañero Domingo Reyes. De vuelta me tocó 10 años en el Templo Ecuménico de Maspalomas y más tarde 2 años en Alemania con nuestros emigrantes y más tarde estuve 6 años en Brasil donde 2 de ellos los pasé en la Amazonas que compartí con el obispo Pedro Casaldáliga, el gran hombre de Dios que me decía así: “Canarillo Paco, te espero en casa una vez cada mes.” Y de verdad que lo hacía con gusto aunque la distancia era bien grande.

Amigos-as, acabo pidiéndoles que si ven algún joven que quiera ser sacerdote que le animen ya que hace falta Sembradores del Evangelio y a la vez les doy las Gracias por pasar este escrito a otros ya que el Maestro Jesús sigue diciendo: “Ven y Sígueme.”

Francisco Martel es sacerdote.